La docente de la Escuela Nacional de Realización y Experimentación Cinematográfica (ENERC), que se desempeña como directora de arte, comenzó hablando de sus inicios en la profesión, momento en el cual no estaba tan clara la labor del director de Arte en las distintas producciones, al menos aquí en Argentina.
Mercedes se recibió en primer lugar de Lic. en Artes Combinadas en la UBA y a partir de un trabajo que realizó en el Departamento de Arte de una película se dio cuenta de que eso era lo que quería estudiar, a pesar de no saber en qué lugares estaba disponible ese tipo de formación.
Alfonsín contó que “no había en ese momento en la Argentina un lugar para estudiar, había sí para formarse en escenografía para teatro (que es la base de la mayoría de las escuelas que enseñan dirección de arte)” y ella quería estudiar dirección de arte para cine, por lo que se dispuso a enviar cartas a universidades en Francia, Estados Unidos y Japón preguntando por sus distintos programas de estudio.
Fue así que localizó una universidad privada en Estados Unidos que tenía una Maestría en Dirección de Arte, consiguió financiación a través de varias becas y se inscribió. En esa institución también aplicó para un master en diseño de ópera
Al volver a la Argentina participó de muchas producciones extranjeras, entre las cuales se encuentra “Siete años en el Tibet”, film que trajo a mucha gente de afuera a trabajar al país y permitió ver cómo se organizaba el departamento de arte de las películas de gran presupuesto.
“Todas esas experiencias fueron también armando una industria acá en todas las áreas”, llegando al punto en el cual los equipos de los proyectos que venían al país a filmar se formaban aquí mismo.
Por otro lado, al consultarle acerca de quiénes fueron los directores de arte que más la influenciaron al principio, Mercedes mencionó el trabajo de Patrizia von Brandenstein (conocida por ganar el Premio Oscar a Mejor Diseño de Producción), “que siempre está detrás de una idea”.
Mercedes dice llegar a las imágenes a través de ideas muy abstractas y por esta razón es que le llama la atención la metodología y los resultados de Patricia von Brandenstein.
Juan Cruz Varela –encargado de moderar la clase- le preguntó a Mercedes cómo conoció a Juan José Campanella, con quien ha compartido muchos proyectos, entre ellos “El hijo de la novia” y “Luna de Avellaneda”, a lo que Mercedes respondió que él “era un poco el argentino en Nueva York que había hecho cine” porque en ese entonces la comunicación era muy distinta a como es hoy en día y siempre llegabas al dato de alguien que había estudiado en la Escuela o te podía ayudar y de esta forma lo conoció.
En la clase magistral también se visionaron fragmentos de películas, el público presente pudo observar escenas de “El hijo de la novia”, “Luna de Avellaneda”, “La puta y la ballena”, “Carancho”, “El Aura” y un backstage del más reciente trabajo de Mercedes, llamado “Los que aman, odian”, producción ambientada en los años 40 que en parte se realizó en Villa Ocampo (ubicada en Béccar), pero que además necesitó de construcción de escenografía y un poco de armado en 3D. Este film está protagonizado por Guillermo Francella y Luisana Lopilato, se estrenará en 2017.