La famosa banda estadounidense lanzó su último disco de estudio One More Light (Una luz más) creando una ruptura definitiva con la dirección musical de su carrera hasta el momento.

Linkin Park siempre fue una banda polémica cuyo género estuvo en discusión, y si bien es cierto que en sus inicios la banda pertenecía a un género más extremo, jamás fueron totalmente aceptados por la comunidad metalera,(pese a lo que afirman los fans más conservadores de la banda).

Así como también coquetearon desde sus inicios con sintetizadores y efectos electrónicos. Por lo que no es de sorprenderse que a estas alturas experimenten entregándose totalmente a estos elementos. Sin embargo, con One More Light, lanzado en mayo pasado, subieron la apuesta aún más.

Dando una vista rápida a su registro anterior The Hunting Party (2014), disco que es mucho más pesado y cercano a lo que hicieron en sus inicios, la banda parecía intentar contentar a los fans más antiguos que ansiaban volver a vivir los ritmos de su sonido inicial. Pero con su último registro el grupo rompió el yugo respeto al estilo de música que podían o no hacer, subiendo un escalón y mostrando una nueva cara.

Produciendo un sonido que ellos creen correcto, aunque no sin críticas debido a su nuevo enfoque, ya que por su nuevo sonido incluso se los acusó de abandonar su identidad para perseguir un sonido pop en busca de ventas, a lo que el vocalista Chester Bennington respondió: “Que se maten si no les gusta nuestra música”.

Corey Taylor de Slipknot aconsejó al cantante tener más paciencia y ser flexible ante las críticas “debes estar agradecido que la gente siga yendo a ver tu música”.

En One More Light podemos encontrar un sonido mucho más suave, un Chester cantando con un registro más bajo y rítmico, acompañado de una batería con bases simples casi artificial, y una capa de guitarras casi imperceptible al igual que el bajo, por el predominante sonido de teclados y sintetizadores disparando bases electrónicas sin mucho brillo ni originalidad.

Quizás lo más destacable del disco es el intento de Chester por cantar de una forma melódica diferente que resulta bastante refrescante, así como Mike Shinoda también se anima a protagonizar la canción “invisible” muy bien lograda. Ciertamente la lírica nunca fue el punto fuerte de la banda, constantemente redundando entre las contradicciones internas, la melancolía y negación pesimista, aunque no sin mensaje positivo es canciones como (Sharp Edges).

En este disco se reinventó dentro del Pop. Sin embargo entregarse totalmente al Pop no es tan fácil como parece, porque a pesar de ser un producto destinado a poder ser aceptado por más gente, debe tener un contenido concreto para no convertirse en música descartable como lo son los millones de imitadores de Justin Bieber o Lady Gaga en internet, y el Pop de Linkin Park carece de fuerza.

Si bien el disco tiene puntos fuertes en canciones como (Good Goodbye) donde resurge un viejo elemento de la banda como es el rap con el cantante Pusha T, y la exitosa colaboración en el single (Heavy), con la cantante femenina Kiiara, por varios momentos el disco parece solo un tímido rejunte de sonidos reciclados (Battle Symphony, Halfway Right).

Lo cierto es que a pesar de los varios momentos incómodos en este disco, el resultado final es de unas cuantas canciones bastante pegadizas quizás por el talento nato de la banda, aunque con una base anticuada para el campo del pop moderno y agresivo que existe hoy en día por ejemplo en artistas bajo el halo de Mtv.

El problema no es de Linkin Park, porque es una banda llena de un talento inmenso, quizá tan grande que termina por anularse unos a otros.

Tal vez solo necesiten de un productor que vuelva a encaminarnos por una ruta que realmente desarrolle todo su potencial. Pero One More Light no significa que la banda se despedirá del rock (aunque para muchos fans hardcore sea asi), solo es una nueva cara del grupo principalmente para aplicar una poco de textura a sus shows en vivo, lo que no niega que la banda podría volver al rock en un futuro.

Tal vez este nuevo disco sea rechazado por un gran nuevo de fans, pero también es la puerta de entrada para muchos, y aunque cambió la sustancia, el mensaje y la esencia de la banda siguen intactos.