En el Diario La Nueva Provincia del día de hoy, 21 de diciembre de 2014, hayuna noticia alarmante. Familias que adoptan porque sus hijos no seescolaricen, prefiriendo que la madre o padre le enseñe a su hijo en casa comoen Estados Unidos en el año 1970.

Es verdad que laeducación viene desde la casa. Las primeras palabras, los primeros juegos, perode pronto se plantean cosas que no van con un sistema impuesto y que estospadres justamente fueron enseñados por este sistema educativo. El jardín deinfantes, el colegio, las universidades cuentan con los elementos necesarios para que el niño hasta el adulto no solo se sociabilice, sino que se forme.

Depronto nos encontramos con estos dos casos en que no piensan ni quieren escolarizara sus hijos y uno puede pensar que no es lo correcto.

Se puede pensar que los docentes que luchan por salarios dignos afectan el estudio yrendimiento de niños, adolescentes y adultos en formación porque al Gobierno nole preocupa la educación. Y por lógica consecuencia, los padres mirarían conlupa este proceder de aquellos padres que no quieren escolarizar a los hijos.

¿Hasta dondepueden tener razón los padres en tomar esta medida? En cualquier país que nose escolarice a un niño, les hacen pagar una multa e inclusive corren el riesgode ir a la cárcel o ponerlo en custodia del juez hasta que se resuelva ponerloen una Familia para que se hagan cargo de estos niños.

Realmente esalarmante, si todos los padres optaran por esa actitud, estaríamos frente a uncaos, porque los padres no tienen la sabiduría, ni la formación adecuada paraser maestros e inclusive profesores de enseñanza. Preguntémonos si los padrestienen autoridad para emitir un diploma de primaria, secundaria o de unaprofesión cuando estén en edad de haber terminado la universidad; si vuestrohijo quisiera ser médico por ejemplo, el padre o madre no está capacitado paraenseñar sobre medicina o si desea ser arquitecto el hijo, ¿va a recurrir aGoogle para buscar cómo enseñarle materias que estén dentro de unprograma de arquitectura?

Es para pensar quéestá ocurriendo con estos padres modernos que se creen con autoridad de enseñara sus hijos. Que se le enseñe las primeras palabras, matemáticas, etc. perocomo apoyo sí, pero ejercer de maestro o profesor... no están ni cualificados ni calificados para ello.