ESCENA II
Casa de Los Arizmendi
Entran Arizmendi, Paris y sus Choferes
Todos entran a la casa furiosos por el desenlace de la trifulca. 

Arizmendi. – Este Arameta siempre haciéndome calentar loco, se salvo de que llego la policía, sino le bajaba un par de dientes por agrandado (Entró a la casa revoleando las llaves del coche). 

Paris. – No te calentes Alfredo, ya sabes como son los Arameta, siempre compitiendo con vos, tratando de hacerte quedar mal en el club de campo con tus amigos. Quedate tranquilo que en cuanto a mi y a mi familia esta todo más que bien (Aseguró buscando complicidad). 

Arizmendi. – Te agradezco el gesto Paris, pero ya te dije mil veces que Julieta es muy joven para vos, todavía no cumplió 18 años y hasta que no tenga edad suficiente para valerse por si misma no voy a permitir que tenga noviecito ni que ande sola de noche por la calle. ¿Te pensas que no se que te haces el lindo por el chat del Facebook? (Añadió jocosamente) 

Paris. – Pero yo ya tengo 21 y la puedo cuidar perfectamente Alfre, pensá que afuera esta lleno de buitres. ¿Qué preferís? ¿Que salga con un chico de bien como yo o con cualquier loco que anda por la calle sin un peso? Además solo chateamos pavadas, nunca me pase de vivo. 

Arizmendi. – Por el momento prefiero que no salga con ninguno y punto, se acabo la charla (Corto furioso la conversación).


Casa de los Arameta
Entra  Martín al cuarto de Romeo


Martín. – Buen día primo ¿como andas? (Le pega una palmada en la espalda). 

Romeo. – Y… mal loco. 

Martín. – ¿Mal de amores? 

Romeo. – Si, ¿Te acordás de Agustina, la mina con la que salía?  

Martín. – Si, la que estaba buenísima. (Dijo casi con la baba cayéndosele de la boca). 

Romeo. – Si, me dejo por otro flaco, me quiero matar. Encima ya puso que tiene una relación con el otro pibe, una vena tengo (Demostrando una mezcla de ira, impotencia y tristeza a la vez) 

Martín. – Las minas van y vienen Romeo, no te deprimas que esta lleno de locas. Es mas, hoy a la noche te llevo a la fiesta del club de golf de acá del country y seguro te enganchas alguna mejor que la boluda de Agustina o te conseguís algún numerito y chamuyás por ahí. 

Romeo. – No creo que sea tan fácil, pero bueno, dale (Intentó autoconvencerse)




ESCENA III
Casa de los Arizmendi
Entra Julieta al Comedor


Julieta parecía cansada, como si no hubiese pegado un ojo en toda la noche.  

Beatriz. - Buenos días hija ¿Dormiste bien? 

Julieta. – Hola ma, si, bien, sacando las pesadillas que tuve todo bien (Dijo bostezando). 

Beatriz. – ¿Qué soñaste Juli? (Pregunta preocupada) 

Julieta. – Que ustedes me obligaban a salir con el tonto de Paris por ser de una familia amiga (Tratando de demostrar que no tiene interés alguno en el joven) 

Beatriz. – Nosotros no te obligamos a eso, pero si lo hiciéramos, el es un chico bueno y de bien, así que no quiero que lo llames tonto. 

Julieta. – Es lo que es y punto. Me llamó Paula para invitarme a dormir a la casa, ¿Puedo ir? 

Beatriz. – Esa Paula no me gusta mucho. En el country se dice que tiene un novio nuevo todas las semanas y no me parece una buena junta para vos hija (Insinuando que es una chica fácil). 

Julieta. – Dale mama, no hinches, no es así como dice la gente, Pau es una piba común y es re buena conmigo. 

Beatriz. – Bueno, espero que te portes bien y no me hagas arrepentir de la decisión que acabo de tomar.  

Julieta. – Gracias ma, ¡no te vas a arrepentir! Te voy mandando sms toda la noche si queres (Exclama felizmente la chica).