La historia la escriben los vencedores, dice el dicho. Pero no es el caso de Rusia. Hace 70 años atrás daba por terminado uno de los mayores conflictos que marcó el siglo XX y todavía gran parte de la población occidental cree que el fin de la misma comenzó en Normandía aquél 6 de junio de 1944, el Día D.

Los medios masivos de comunicación ejercen un poder casi sin límites sobre la población y Washington y sus aliados son muy conscientes de ello. En momentos en que las relaciones entre Estados Unidos y Rusia se recrudecen el papel decisivo de la antigua USSR es puesto en duda por los medios occidentales.

La Gran Guerra Patria, que es cómo la llaman los rusos a la segunda guerra mundial, significó un gran sacrificio de recursos materiales y humanos para la Unión Soviética. Tal es así que murieron aproximadamente 27 millones de soviéticos en la lucha contra el fascismo alemán.

En el frente del Este con una extensión cuatro veces más grande que la de todos los frentes en los que luchaban las tropas aliadas, Hitler había desplegado un total de 560 mil tropas en el Frente Occidental contra 1,5 millones de tropas aliadas. Simultáneamente en el otro frente la Unión Soviética luchaba con 6,5 millones de soldados contra 4,5 millones de tropas del eje. Hitler sufrió un 70 por ciento de las bajas de soldados y material de guerra a manos de los soviéticos.

Cabe notar que aquél famoso Día D, cuando las tropas aliadas desembarcaron en Europa, las tropas del ejército Rojo entraban en Polonia mientras el ejercito alemán se batía en retirada desde hacía año y medio en que el asedio a Stalingrado había fallado.

Por otro lado, todavía se pueden encontrar historiadores rusos que se siguen manejando con nociones de aquella época pasada de guerra fría y afirman que la ayuda recibida de los anglo-sajones en términos de leand-lease era tan sólo un bluff y la apertura del segundo frente un intento malicioso de participar de la  victoria contra el nazismo, haciendo énfasis en que la victoria la obtuvo por sí sola la antigua USSR.

Pasados 70 años del gran conflicto que marcó políticamente, culturalmente y económicamente el devenir del siglo XX, es inaudito que se ponga en duda el papel clave que jugó la Unión Soviética en la misma sin olvidar por supuesto la participación de toda la coalición aliada. No permitamos que se reescriba la historia.