El país en llamas

El panorama económico político de brazil fue muy complicado. Este país se encuentra desde hace años en una recesión económica y crisis de poder. Dilma Roussef, fue destituida del cargo a través de un impeachment que la acusaba, principalmente, de violar normas fiscales alterando los números del déficit fiscal. Corrupción que cubre a Petrobras por desvío de fondos de la obra pública y que alcanza inclusive a los Juegos Olímpicos. La situación crítica del gobierno fue generando movilizaciones y marchas en contra de Dilma, donde cifras oficiales estiman que 1,8 millones de personas macharon en enero de este año por su destitución.

El presidente Temer también recibió repudio de parte de la población, a través de pancartas con la inscripción “fora Temer”, aunque rápidamente se prohibieron este tipo de actos. El portavoz del comité olímpico, Mario Andrada, aseveró “Estamos alertando al público de que estos tipos de manifestaciones no están permitidas dentro de las instalaciones del estadio “, quien dio apoyo a que las fuerzas de seguridad echaran de las instalaciones a quienes hagan actos políticos dentro de las mismas. Esto no impidió a que el portador de la antorcha olímpica, Tarcisio Carlos Rodrigues Gomes, mostrara sus nalgas donde llevaba escrito “fora Temer” durante el traspaso.

Desde el 2008, la crisis internacional afectó a todos los países por igual.

Los países latinoamericanos, baluartes del progresismo mundial, se vieron obligados a llevar acabo devaluaciones para sobrellevar la falta de inversiones y de crédito exterior, reduciendo el salario real de los asalariados. La baja del precio de las exportaciones, principalmente caucho, cobre y soja en Brazil, y la desaceleración de la economía China (principal importador de los productos sudamericanos) generó un déficit en la balanza comercial de estos países.

Este país arrancó el año con un déficit fiscal que llegó al 9,7% del PBI, la deuda pública llegó a los 38,9% del PBI y una inflación del 7%. Para mantener la rentabilidad de las empresas, el gobierno de Dilma llevó a acabo una devaluación del real de 48% para bajar el costo real de los salarios y mantener la tasa de ganancia de estas.

Temer, el nuevo presidente interino, se propone continuar el ajuste q empezó su antecesora, recortando un 25% los empleos estatales y restablecer la confianza de los inversores, como demuestra el intento de establecer que se mantenga fijo el gasto público por los próximos 20 años.

Sigue en parte 2…

Otras notas:

Los medios occidentales desacreditan la participación de Rusia en la WWII

Led Zeppelin fue demandado por plagio de la canción 'Stairway to Heaven'