A eso de las doce de la noche el partido estaba terminando, y River ya se sabía en semifinales después de ganarle, en una actuación histórica, por 3 a 0 a Cruzeiro. Sánchez, Maidana y Teo marcaron los goles para que la goleada sea Monumental. Pero algo quedó claro en esos 90 minutos que consagraron una forma de juego: este es el famoso River que tanto deleitó a propios y extraños.

Ya sin Pisculichi como el conductor principal, Napoleón Gallardo demostró tener más de un arma para enfrentar situaciones totalmente adversas. Llegaba como víctima a un Mineirao que esperaba vestirse de fiesta mientras, se suponía, el Cruzeiro agrandaba el margen de goles. Pero pasó todo lo contrario, porque el juego vertiginoso que impuso River desde el primer minuto fue demasiado para el Raposa, que no tuvo siquiera tiempo para presentar sus cartas.

Toque, devolución, ida y vuelta, juego aéreo, definiciones excelente, y un equipo aguerrido demostraron que están a la altura de los mejores equipos de América y pueden aspirar a mucho más. Algo que regresó en este partido fue la fuerza aérea del Millonario, que más de una vez ganó en el área contraria y así fue como consiguió el segundo gol del partido. El arma tan letal que siempre sacaba de apuros a La Banda, ayer apareció en todo su esplendor para sellar el ingreso al tan selecto grupo de los mejores cuatro equipos de la Copa Libertadores.

River volvió a ser River. Ese que pasa por arriba a sus rivales, y lo hace más de una vez para no dejar que se levante. Ese que desde la llegada del Muñeco logró torcer parte de la historia adversa que lo acompañaba en copas internacionales. Lo sacó a Boca de la Sudamericana y de la Libertadores, ganó el segundo torneo en importancia de América, y ahora venció a su principal verdugo, el Cruzeiro, llegando a una nueva semifinal luego de 10 años sin poder ingresar a dicha fase.

A comienzos del año, cuando en Argentina se hablaba de Fútbol, el primer equipo que a cualquiera le subía a la cabeza era Boca, pero el Millo demostró que aunque los gigantes estén dormidos, al levantarse no hay quien los pare. Y ayer volvió a demostrar que tiene el estilo futbolístico más pintoresco y vistoso de todo el Cono Sur. El más arrasador y el más competitivo.

Aunque por unos meses la nueva Máquina haya descansado, la actuación contra el Cruzeiro quedará en la historia del conjunto de Nuñez, que quiere seguir haciendo historia en la Copa Libertadores, e irá en busca de la tercera. Pero, para seguir con el sueño, deberá esperar, en principio, que se conozca su rival -saldrá entre Racing y Guaraní- y luego que finalice la Copa América. River está de vuelta, y hay que disfrutarlo.