Me parece que es un tema del que hay que sentarse a reflexionar y pensar. Es muy normal ver sobre las cunetas, baldíos, campos y alcantarillas a esas pobres criaturas, que sólo están para darnos amor y alegría.
En cierta fría mañana, mi hermanita corrió para decirme que la perra de mi vecina había dado a luz a cinco hermosos cachorros. Los dueños de la madre muy poco se encargaban de alimentarla. Al segundo día, uno de los perritos había muerto del frío y por el hambre que pasaban. En las mañanas siguientes se escuchaba a los cachorros aullar del hambre.
Al cumplirse una semana, murió el segundo cachorro. Su "cucha" era un lavarropas viejo que se encontraba bajo una gotera. No pasaron ni dos días de la ultima muerte que vi como se llevaban en un bolsita al tercer hermanito. Antes que siguiera sucediendo esto, toque el timbre en la casa de mi vecino y le pedí si querían darme los dos cachorros que quedaban. Sin pensarlo me los dio, mirándolos como si fueran basura.
Me rompió el alma verlos tan sucios y sentir con facilidad sus costillitas. Los bañe, alimenté y luego los lleve a un veterinario para que le cure la sarnilla que la madre les había contagiado. Los tuve cerca de cuatro meses conmigo. Era hermoso ver como pasaron de ser tan pequeños, y casi sin pelo, a tan grandes y gorditos.
Hoy cada uno encontró una nueva familia. No tuvieron la suerte de irse juntos, pero sé que hoy están felices junto a esos corazones que hoy los cuidan con mucho amor. La perrita ya tuvo sus crías, y el hermanito es el mejor compañero de una señora ya entrada en años.
No digo que todos deberían hacer lo que he hecho, pero por más pequeño que sea el granito de arena todo ayuda.
Mucha gente pide por las redes sociales ayuda para los Animales, pero son muy pocos los que realmente prestan esta ayuda.
Podemos ayudar avisando a la protectora de animales de tu ciudad cuando ves uno en mal estado en la calle. O cuando reconoces un animal que ha sido extraviado o cuando observas hechos de maltrato animal.
Muchas gracias por su tiempo.