Acá estamos, recién llegados del colegio, mis nietos y yo. Nos sacamos los abrigos, camperas y demás; la rutina exige lavado de manos con jabón y la aplicación de alcohol para evitar todo tipo de infecciones o sea resfriados, otitis, faringitis, anginas y otras yerbas que no obstante se van a contagiar pese a mis cuidados.
Y comienza la acción: mi nieto de siete años me pide la computadora. Ni siquiera amagó con entretenerse con sus incontables y numerosos juguetes. No. Directamente se dirige al modular y me pide lo de todos los santos días: que le prenda la computadora.
Y claro, la abuela ( o sea yo) le hace caso. Simplemente porque es mi nieto. Y quién puede resistir la tentación de saber que gracias a ese aparatito lograré que al menos por un par de horas la paz reine en mi hogar. Gracias a ese bendito invento de Internet durante un buen rato mi nieto mayor se mantendrá ocupado.
Pero mi pregunta es: ¿ hasta cuando? No estoy muy segura de cuánto tiempo es el apropiado, pero me quedo asombrada de la rapidez conque maneja los controles, los programas y como logra pasar de nivel a una pasmosa velocidad. Me acuerdo de mis épocas de los fichines en Mar del Plata gastando fortunas en cospeles para poder pasar de nivel en el Pac Man. O en el Wonder Boy ¿ se acuerdan?
Ni hablar del Space Invaders. Ahora no. Hoy es el Minecraft o Plantas Versus Zombies. Y lo más novedoso. Le encanta mirar sin jugar.
Así es. Existen infinidad de sitios en Internet donde otros chicos ( y no tan chicos) les explican a nuestros hijos y nietos como jugar a los vídeos games: los famosos "Youtubers" o las nuevas estrellas informáticas que se llenan de billetes subiendo videos donde muestran sus habilidades entre otras destrezas varias.
Pero esa es harina para otro costal como diría mi tía lo que quiere decir que es material para otro día.
El tema es que ahora estos chicos tienen todo servido. Y parece que nacieron con la informática incorporada. Y no sólo el de siete...El más chico, de solo dos, tienen que ver como se entretiene con la tablet mirando videos de canciones infantiles, o ese otro donde alguien se la pasa ...¡ abriendo huevos de chocolate!
Es oficial: en el siglo XXI la informática no tiene competencia. Y me obligan a mí a mantenerme informada y capacitada permanentemente si quiero seguirles el tren. Lo cual cada día me resulta más difícil. Pero no imposible. Al fin y al cabo mi adicción preferida es estar conectada a las redes sociales cada vez que tengo la posibilidad.
Por otra parte lo importante es estar cerca de ellos y aprender: es la mejor manera de seguir siendo jóven.