¿Resulta difícil poder pensar en tiempos de tanta invasión tecnológica y de información por doquier? Claro que sí, porque es información que pareciera ser única y verdadera, transparente y constructiva, pero no. Disiento completamente de esta verdad, ya que no es la única, hay más y muchas, de las que hoy los individuos pueden conseguir con tan sólo un click.
¿Quiénes son los que persuaden con cierta información, con el fin de lograr abastecer intereses particulares? Pocos, tan sólo una pequeña cantidad de personas son quienes conducen los medios de comunicación masiva, quienes imponen a la sociedad lo que debe saber y lo que no.
"Por supuesto, esa información que se oculta, no es necesaria o al menos eso nos hacen creer".
Sujetos-sujetados, gran concepto del que nos hace descubrir Michel Foucault; sujetados del poder, el poder es quien construye al sujeto bajo los criterios de verdad que un grupo de personas pretende imponer como verdad para todos.
¿Objetividad o show? ¿Los periodistas informan o generan un dramatismo exagerado en la noticia que llama más la atención de los lectores o televidentes? Hoy en día, la velocidad con la que el periodista debe informar impide la investigación profunda de la noticia, ya que las redes sociales, en el aquí y ahora, determinan que todo llegue demasiado rápido y el periodista deba adecuarse a esta ligereza, dejando atrás la veracidad de los hechos.
Acontecimientos importantes que suceden en el mundo, tragedias, desgracias, que son apropiadas por ciertos medios con el fin último de armar con eso un show. Triste, lamentable, pero cierto. Y con esto captan la atención de aquellos que no quieren pensar, de aquellos que sólo desean entretenerse.
¿ Los comunicadores pueden sumar a su informe su punto de vista o se encuentran sometidos a cumplir con el mandato de quienes se encuentran liderando la empresa?
Esto no es noticia, debemos tener en cuenta que los periodistas se hallan bajo sometimiento de los grandes mandos.
Esta sociedad en que nos encontramos sumergidos, no dispone de tiempos libres para poder pensar, de contactos verdaderos en vez de tantas redes sociales, tantas imágenes a nuestros alrededor, pero tantas, cada vez mas y más, que ya no se distingue qué es real y qué fue retocado por aquellos programas de diseño, a entera disposición de cualquier persona principiante frente a una computadora.
Hoy en día podemos elegir si dejar engañarnos o elegir buscar otra verdades. Claro que ninguna verdad es absoluta. Para reflexionar y no acotar nuestro gran mundo de posibilidades del saber, debemos dudar de aquellas cosas que leemos o vemos por Televisión, ya que considerar algún dato como cierto, de un medio monopolizado, e incorporarlo como la única verdad, nos hace desconocedores de otra realidad.
Tenemos las herramientas para ello, sólo que aún no la utilizamos con dicho objetivo. Todo ese tiempo en el que navegamos por internet, gran fuente y facilitador de información, también disponemos de datos que pueden servirnos para pensar, mas allá de lo que tenemos a nuestro alcance cuando encendemos la televisión.
Pero insisto, es un instrumento que podemos utilizar con el fin de rescatar cierta información, para luego pensar y concluir con una nueva interpretación.
Retroalimentación, nuevos paradigmas, más pensamientos, menos prejuicios, menos discusión y más debate. Cosas buenas brotarán, estoy casi segura.
Por último, duden también de esto que escribo, quizás sólo busco que piensen como yo.