Jamás voy a entender que es lo que quiere decir la gente cuando habla de inteligencia. Me refiero a que a veces consideramos inteligentes a esas personas que solo tienen títulos o que son eruditas gracias a un grandísima memoria que les permite retener cada palabra de todo lo que leyó en su vida. También es verdad que hay personas que no tienen muchos conocimientos pero de alguna forma echan luz por esa delicada intuición que tienen o aplican con mucha sabiduría, lo que les dicta sus instintos. 

Hay muchos tipos de inteligencia y podría apostar sobre que hay una de ellas que consiste en negar que uno es inteligente, para no tener que andar demostrándola a todo segundo.

Yo no tengo dudas de que algunas veces, uno tiene que tener mucha inteligencia para no parecer inteligente. De la misma forma que muchas personas perfeccionan su sonrisa falsa para disimular su descaro. 

Y ahora que lo pienso me resulta muy curioso, porque en una relación de pareja muchas veces la mujer renuncia a esa inteligencia que posee, por miedo de alejar a quien tiene al lado. Se trasforman en cuerpos vacíos, en esclavas. Sin duda son lo suficientemente inteligentes como para saber que muchos hombres son animales con un gran apetito, que son visuales, que son instintivos y que lo que buscan en ellas no es su inteligencia, o el talento, sino su apariencia física y su carne.

Lo que como pilar fundamental buscan en una relación no es llegar rápidamente al cerebro de la mujer, sino llegar con una hora de anticipación a la cama.

Esto es así desde las noches del mundo y dudo que tenga solución. Porque cuando nos enfrentamos a la sexualidad, los hombres casi siempre descubren la inteligencia de la mujer, su parte maravillosa de intelecto, cuando ya no reaccionan a los estímulos de la Belleza de ella.

De esta forma un gran porcentaje de la masa masculina se convierten en grandes actores que disimulan una inferioridad fisiológica. Igual no interesa. No siempre, pero a veces en los hombres la inteligencia es una consecuencia mucho menos mala de la falla eréctil. Y ellas lo saben, y ellas lo aceptan.

Aunque muchas sexologas tienen estudios al respecto.

Yo siempre creí mas en las chicas de bar, que si saben algo de lo masculino es sobre todo gracias a que ellas no conocen esa masculinidad solamente por haberles hecho una encuesta por mail o haber leído un articulo en una revista. Me lo dijo un día una de esas chicas en el bar desde donde yo observaba cada noche la actitud de sus clientes: « Seré mina, pero tengo la suficiente inteligencia como para vivir de mi cuerpo que esta bueno. También es verdad que me funciona porque a ustedes los hombres el sexo les venda los ojos. Los hombres buscan placer y yo necesito la plata. Quizás con el tiempo me gustaría encontrarme con un hombre que entienda mi cerebro. Pero por ahora, bebe, me conformo solamente con que entienda como desabrocharme el cierre del vestido a oscuras ».