Es tan sólo una opinión -subjetiva como todas- de parte de una joven que alguna vez, padeció acosos, agresiones y hasta chantajes, tanto dentro como fuera del ámbito escolar. Muchos comenten el error de asociar el bullying con el colegio, que queda sólo "entre chicos", pero así como alguna vez entra en la escuela, en algún momento sale.

Cuando cabe, cabe. Se ven agresiones ya sea en la calle, por Internet, en el ámbito laboral. Desde jefes tiránicos con voz de trueno, pasando por peleas en el colectivo por quién viaja sentado, los famosos trolls en busca de foro-bardo, profesores que reprueban a un determinado alumno por capricho o que se ponen a remarcarle los errores en forma peyorativa y exponiéndolo delante de todo el curso, hasta blogs y páginas creados especialmente para ridiculizar  a un determinado individuo, incluyendo fotos y montajes burlescos con la imagen del mismo.

¿Qué necesidad hay de tanta intolerancia? ¿Por qué hay quiénes no pueden mostrar su desacuerdo sin recurrir a insultos, amenazas u otras ofensas? ¿Por qué no se pueden convivir armoniosamente aquellos hinchas de equipos de fútbol "rivales", o quiénes tengan distintas aficiones políticas o ideológicas? ¿Por qué hay quiénes buscan hacer maldades a alguien con tal de mitigar algún que otro ataque de celos?

¿Por qué hay quiénes toman de punto a alguien y buscan influenciar a los demás para que se pongan en contra de esa persona y hasta le den vuelta la cara? ¿Por qué hay quiénes se desquitan con alguien en especial solo por verlo más pequeño o débil? Y por último, ¿por qué hay quiénes encuentran placentero y gratificante el maltratar y prejuzgar a otros porque sí?

Que si es "Fea", porque es fea, que si es "Gordo" porque es "Gordo", que si es "Cheto" porque es Cheto, que si es gay, porque es gay, que si le gusta el animé, porque le gusta el animé, si es "tonta", porque es tonta. Nunca falta una excusa para señalar a alguien como el raro, o mirarlo con sorna ya sea por como viene vestido, o porque si "tiene pinta rara", o por no ser del barrio, o por ser tales la paranoia y el miedo de que ser asaltados, que todos por defecto ya somos enemigos, aún sin conocernos.

Sí que era grande Albert Einstein, cuando dijo que es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio. ¿Qué necesidad hay de hacer sufrir a un inocente por el solo hecho de que no nos guste su cara? Si esa persona no representa peligro alguno ni mucho menos se mete con nosotros, ¿qué tanto derecho tenemos a meternos con esa persona que nunca nos hace nada?

"Ignorálos y se van a cansar". Nunca faltan aquellos buenos samaritanos que quieran darnos un consejo para ayudarnos a revertir la situación. Pero al menos yo intenté, y nada cambió. Me ha pasado en la facultad, un profesor mío me reprendió muy horriblemente porque no le había gustado mi trabajo, y desde ese día mis compañeros habían dejado de hablarme y me excluían de todo. También me ha pasado que anteriormente, antiguos amigos que me traicionaron entraban a mi Fotolog a dejarme mensajes hirientes, ofensivos y hasta obscenos. Y yo pensaba que esas cosas sólo pasaban compañeros de colegio.

Mi opinión: no es tanto el ámbito en que se de, el bullying tampoco hace distinciones de edad, sino que es cuestión de valores y educación inculcados en el hogar desde los primeros años de vida. Está en uno dar buenos o malos ejemplos, así como también saber qué ejemplos son buenos para tomar. Si no eres parte de la solución, eres parte del problema.