El Presidente siempre a costa del Estado beneficia solo a las esferas más ricas de la economía. Como ya lo hizo con los agropecuarios; ahora eliminó también las retenciones a la minería, con lo cual Argentina pierde $s 220 millones.

Este sector pasa a exportar libremente y para su propia y exclusiva ganancia. Ya en 2014 –cuando pagaba gravámenes como lo hace hasta cualquier trabajador-la Cámara (CAEM) que los aglutina reconoció que facturaba a su favor casi $ 40 mil millones anuales, con una producción que había aumentado en relación a 2013 un 40%.

Pero los ricos exigen más y Macri los ayuda a engrandecerse, mientras casi 94 mil personas (mineros y empleados indirectos) siguen luchando por un incremento salarial, bajo la amenaza de despidos, y dañados por la devaluación.

Vale señalar que el campo, al borrarle retenciones, prosigue con el alza de precios de los alimentos y el Gobierno lo excusa de informar el importe que obtiene por exportar.

El reconocido diario de Suecia ETC escribió que Macri es una amenaza a la democracia de nuestro país. Entre los puntos salientes, el artículo destaca que destruye derechos humanos al extremo de que vivimos una dictadura que se acerca a la militar que estuvo hasta 1983.

Asegura que con sus reglas de Seguridad recobraron poder las Fuerzas Armadas en asuntos internos y ataca impunemente las protestas sociales -amparadas por la Constitución- que suceden por miles de ceses laborales con persecución ideológica.

Critica que ignora al Parlamento con el uso de DNU, su imposición de monopolización de medios de comunicación y su vínculo con la Justicia, designando jueces afines en la Corte Suprema.

Añade que traslada los ingresos de los niveles sociales de menores recursos a los más ricos con la supresión de impuestos a exportaciones e hiperinflación con suba persistente del dólar.

Macri inauguró la electrificación del Roca de Capital a Quilmes, iniciada por Cristina. Un logro por la inversión del gobierno de CFK, quien modernizó todas las redes férreas. En el acto, presente el entonces ministro Florencio Randazzo encargado de la labor, el macrismo acabó censurando la transmisión en vivo. Cortó imágenes de un escrache al Primer Mandatario portando pancartas como ''Macri = Hambre''.

Randazzo en las redes sociales recordó que la obra fue un sueño de Cristina Kirchner y se mostró preocupado por tarifazos y despidos injustificados públicos y privados.

Declarándose a las antípodas de Macri, expuso su tristeza porque sacó el derecho a la inclusión y al empleo, subió los precios con desmesura y transfirió recursos de “humildes” y de la clase media a los más ricos.

La Plaza del Pueblo en Saavedra se colmó de familias, niños y jóvenes que asistieron a la presentación de músicos y actores, acompañados de políticos y ex funcionarios, junto a los chicos murgueros baleados por gendarmes y trabajadores cesantes de diferentes ámbitos.

Con varios cantantes en escena, el recital lo cerró Fito Páez y famosos actores defendieron a Milagro Sala, fustigaron los desempleos en el Centro Cultural Kirchner, en Cultura en general, de numerosos periodistas, allanamientos a gerentes de Télam y despidos privados.

Leyeron textos de clásicos escritores argentinos y latinoamericanos comprometidos con la democracia, opositores al despotismo de Estado. (Me atrevo en esta nota a sugerir que nadie deje de leer “Manual de Zonceras Argentinas” de Arturo Jauretche y una breve recopilación de escritos de Eduardo Galeano: “Uselo y tírelo”.)