Miguel Galuccio está pronto a dejar su cargo como CEO de YPF; el anuncio será entre hoy o el lunes. Lo que debemos ver es lo que hay detrás de esta renuncia.

En un artículo anterior mencione, como Mauricio Macri está por firmar el certificado de muerte del Plan del Crédito Argentino del Bicentenario (PRO.CRE.AR) con las modificaciones que su director Emilio Basabilvaso está por poner en funcionamiento o también como se está desguazando a la línea de bandera Aerolineas Argentinas (AA), asignándole rutas a la competencia LAN Argentina y quitándosela a Aerolíneas.

Todo tiene que ver con un plan sistemático de privatización de las empresas estatales y achicamiento del Estado, como ya sucedió en el Gobierno de Carlos Menem.

Desgraciadamente, está sucediendo un plan de desguace de YPF para privatizarla. Y en ese plan están muy encaminadas las tratativas para que el 51 % de las acciones que posee el Estado Nacional sean vendidas a la British Petroleum.

Con los todos los medios de comunicación a favor, el Gobierno buscará convencer a la opinión pública de lo necesario de esta venta. Principalmente, apuntará a una deuda de pago de gas importado de Bolivia, un supuesto endeudamiento de la empresa y una mala gestión del actual CEO Miguel Galuccio. Se tratará de mostrar el poco sentido que tendría tener acciones de esta petrolera, ya que es totalmente ineficiente.

Ya vimos esta película, todas las privatizaciones realizadas en los '90 estuvieron precedidas de vaciamientos, despidos y una enorme operación mediática para justificar la venta del patrimonio nacional.

A esto le podemos agregar el levantamiento de las cláusulas del contrato de explotación con Chevron por el yacimiento de Vaca Muerta, luego se realizará lo que sería una cuasi expropiación por los Fondos Buitres o holdouts, donde se reemplazará a Chevron o en asociación con esta, intervendrá la British Gas y Petroleum,empresa de la que fue presidente en la Argentina el actual ministro de Energía, Juan Jose Aranguren.

El proyecto de desarrollo del sector energético, que implica más industrias y más trabajo, se muere. La soberanía energética y el autoabastecimiento con industrialización que podía darnos YPF, también. La matriz del sector eléctrico depende en más del 80 % de usinas termoeléctricas alimentadas por el fueloil o gas, lo que esta privatización hará que gran parte del gas y del petróleo se exporte como sucedió en los 90.

Es el cambio, que votó la mayoría, eligiendo a Mauricio Macri y a su estilo de hacer politica, con exgerentes de empresas multinacionales como ministros, con ajuste y devaluación, endeudamiento a cualquier costo. Pero sigo creyendo que este no es el cambio que la gente creyó o votó, todo lo contrario