Antes que nada una aclaración: respeto la decisión de los técnicos de elegir a sus jugadores y estoy en contra de la presión de la prensa por incluir a determinado futbolista. Pero al mismo tiempo, como analista de fútbol, tengo derecho a emitir una opinión. No puedo entender la ausencia de Lucas Pratto en la convocatoria de Gerardo Martino para la doble fecha de eliminatorias FIFA en que Argentina visitará a Chile y recibirá a Bolivia.

Ante la abundancia de delanteros de gran nivel, como Lionel Messi, Sergio Agüero, Gonzalo Higuaín, Angel Di María, Paulo Dybala, Ezequiel Lavezzi, Javier Pastore, Angel Correa, Mauro Icardi y hasta Carlos Tévez -más allá de su poco feliz presente- la competencia es voraz.

Sobra material de primerísima calidad para conformar la ofensiva. Argentina tiene riqueza en cantidad y calidad. Otro atacante que al igual que Pratto está cumpliendo enormes actuaciones y que también merece una citación es Marco Ruben, el goleador de Rosario Central.

Sin embargo, Lucas Pratto viene haciendo méritos suficientes desde hace un tiempo para, al menos, entrar en consideración. Esa promesa que asomó en Defensores de Cambaceres y luego en Boca Juniors, la rompió en Universidad Católica de Chile y en Vélez se vistió de figura descollante y fue de alma y motor. En Atlético Mineiro alcanzó un nivel superlativo y se ganó la admiración de todo Brasil. Hasta lo endulzaron con la tentación de nacionalizarse para ponerse la histórica y exitosa casaca verde-amarelha.

Casi nada tardó Pratto en inundar con sus goles los arcos brasileros y en dar la vuelta olímpica del campeonato Mineiro. El año pasado anotó 23 partidos en los 55 partidos oficiales, entre locales e internacionales, que jugó para Atlético Mineiro. Es decir, un promedio de 0,51 gol por cotejo. El respetado diario O Globo lo premió como el mejor jugador del 2015, consecuencia de la votación de los entrenadores y capitanes de los equipos del campeonato nacional y de periodistas especializados.

La baja de Pastore, lesionado en París Saint Germain, y las dudas por Dybala, afectado por una molestia física, abrieron un cupo. Muchos pensaron en Pratto, sin embargo Martino optó por Luciano Acosta, de alto rendimiento en el Lanús puntero. Sin negar sus condiciones, el nombre más apropiado hubiese sido Lucas Pratto. Tiene la edad justa, 27 años (nació en La Plata el 4 de junio de 1988), experiencia y temperamento, una trayectoria que lo avala (70 goles en sus 237 partidos oficiales en los ocho clubes donde actuó) y un corazón enorme que además es color celeste y blanco.