La inflación en el país en abril fue la más grande desde hace 13 años según la mayoría de las consultoras; subió entre 7/8,5% con efectos aciagos, en coincidencia con el último informe del FMI y con quien Macri quiere “relaciones carnales”.Este organismo pronostica un peor panorama general para Argentina en 2017 con caída del PBI, otro aumento de precios del 19,9% y más alza inflacionaria próxima al 5%.

MM es letal: subas incesantes de precios en todos los rubros, costos desmesurados en alimentos, caída imparable del salario por la aplicación de brutales tarifazos y desempleo masivo hasta ahora ilimitado y que se atreve a negar.

Este año se calcula que la inflación será de por lo menos 40%; se detendría si pusiera fin a los incrementos en servicios públicos y a la política cambiaria del BCRA que va contra trabajadores y jubilados.

Logró que se desplome el poder adquisitivo de las familias. Es ofensivo que el Gobierno explique que si la gente consume menos habrá menos ajuste e inflación, por lo que es imprescindible que baje el consumo.

Además MM roba a los jubilados. Sacó al Fondo de Garantía de Sustentabilidad de Anses, creado por CFK para asegurar pagos y aumentos de haberes previsionales (cuya ley declara expresamente que ninguna autoridad debe tocar): US$ 526.372.392 con los que emitió bonos públicos.

La quita es para financiar la Ley de Presupuesto General de la Administración Nacional, adquiriendo un nuevo endeudamiento.

Así cubre la eliminación de retenciones al agro y a la minería (a los que ni siquiera Macri obligó a que abonaran lo que corresponde por sus ganancias millonarias), la supresión de subsidios al transporte y servicios públicos (a los que les permitió que acrecentaran los precios a su gusto) y despidos de personal estatal. Con este pretexto peligran los ingresos jubilatorios.

También MM añadió un grave recorte presupuestario con cierre casi total y en otros completo de programas destinados a la población vulnerable: corte de servicios y de entrega gratuita de medicamentos a jubilados, cierre de comedores escolares o solo provisión de arroz y fideos, desmantelamiento de personal e insumos en hospitales, entre otros.

Reducción de partidas. Llegan al 20% en obras publicas (ya paralizadas ocasionando pérdida de fuentes laborales en actividades vinculadas) seguridad y cultura. La desinversión avanza para propagarse; la idea es entregar todo a empresas privadas.

MM consolida el plan de destrucción de Aerolíneas Argentinas (arrebató subsidios), mientras coloca a los empleados estatales de las diversas dependencias como uno de los principales males del país.

Al igual que cuando gobernó CABA, no usará ni la mitad de los recursos para planes de vivienda y “tragará” dinero; recordemos que apenas destinó el 11% de recursos disponibles para reparar la red de subterráneos.

Y no descarta más alzas en naftas. La suba del 35% en pocos meses de gobierno es la más alta de los últimos 25 años.

La gente bajó 20% su consumo y se cierran estaciones de servicio, tan solo en Córdoba en pocos días se perdieron 75.

Aranguren, titular de Energía, acaba de incrementarla 10%; alega que es por la devaluación (que provocó este Gobierno). El petróleo subió 35% y las naftas y el gasoil son unos de los más caros en el mundo.

Encima, robó para Shell. Tras presidirla y ser actual accionista, le adjudicó siete de ocho barcos de gasoil “por mejor oferta”. Dijo que “su” empresa necesitaba favores que le negó CFK al apostar por YPF.