Macri llegaría al extremo de evaluar la posibilidad de estatizar la deuda empresaria en un futuro no lejano, que a la vez favorece la continuidad de sus estafas con testaferros, en especial en obras públicas a través de su primo Calcaterra, más el libre y habitual lavado de dinero, donde también se involucran autoridades nacionales, provinciales y municipales de su entorno, sin descartar a Massa, no ajeno a paraísos fiscales.
Ahora en menos de un año Hacienda difundió que superó en concepto de deuda los US$ 50 mil millones, utilizados para pagar la deuda ya contraída. Emitió la segunda ampliación de una Letra del Tesoro por 600 millones de dólares que vencerá el 30 de enero de 2017. Era de 300 millones y agregó otros 400 millones con una tasa nominal anual de 3%. A razón de una deuda de unos 5.000 millones mensuales, hoy Argentina según Prat Gay está comprometida por US$ 49.558.471.531,91; 2.500 millones de euros y $321.276.425.420.
Además, con el massismo y justicialistas de Bossio, Cambiemos aprobó en Diputados el recorte del presupuesto 2017 que afectará salud, educación, ciencia y tecnología -con despidos laborales-. En resumen, se limitan todos los servicios estatales.
En cuanto a las dietas del Parlasur, Cambiemos no lo incluyó en el proyecto; en tanto Massa declaró a la prensa que en su lugar habría que comprar patrulleros: la excusa de combatir la inseguridad oculta su apoyo a la represión y muestra su desinterés por el bloque regional como fiel e intolerante conservador aliado a EE.UU.
Y Macri sigue estafando al Estado. Tras otorgar a su primo, testaferro titular de LECSA, US$ 3000 millones para el soterramiento del Sarmiento, le dará entre 2055 y 2264 millones más. En 2016 quiere desembolsarle 300 millones, 8.940 millones en 2017 y 2018, y 28.820 millones en años siguientes. Ya recibió la firma 2500 millones para un gasoducto en Córdoba y $25 millones en calidad de préstamo del Banco Provincia de Buenos Aires.
También ODS -con la empresa Creaurban S.A. de su primo- refaccionará la Basílica San Francisco de Asís de la Capital con $100 millones estatales, eludiendo el Presidente dos ofertas de menor precio, aunque carga las tintas contra los gobiernos K argumentando que revisó toda su obra pública -menos la intervención del Grupo ODS para que no se destape su vinculación con Báez al que subcontrató y López-.
Repudia el proyecto del FPV que pone a disposición del Congreso la totalidad de la documentación de 2003/2015 para su auditoría.
Creaurban pronto recibirá otra licitación: la restauración del Monumento a la Bandera en Rosario por $134 millones, el Estado Nacional financiará un 70% y el resto el municipio. En realidad, MM ya dio a su primo en seis meses 5 veces más el total de dinero contratado por los gobiernos K en 12 años a la empresa Austral de Báez para obras nacionales centralizadas y en Santa Cruz, reveló Nuestras Voces.
Con los K, Austral fue contratada para obra pública por $9.292 millones y LECSA por $ 23.906, mientras MM le añadió 16 construcciones más -sin detallar montos-, entre termoeléctricas, rutas, escuelas, hospitales, gasoductos y renovación de vías.
Por otra parte, el abogado de CFK reclamó a Ercolini que investigue a Calcaterra en la causa Báez porque “en muchas obras eran socios” y Cristina fundamentó en un artículo que el voto electrónico no garantiza validez y deja de ser secreto.