Una crisis de identidad afecta a los hombres blancos de Occidente. Fenómenos como el ascenso de Trump a la política estadounidense, el Brexit en Gran Bretaña o el furor nacionalista en Grecia, Austria o Hungría, reflejan lafrustraciónde los blancos al saber que perdieron supremacía. En el pasado, ellos gozaban de bienestar económico, mejoraban la situación de sus padres y abuelos y sabían que sus hijos mejorarían, aún más, su progreso.

Después de la segunda mitad del siglo XX, nuevos fenómenos irrumpieron en Occidente: el ingreso de los 'no blancos' a la universidad, la democratización del mundo laboral, donde cualquiera podría triunfar y también el poderío de las economías asiáticas en el mundo.

Los hombres blancos no pudieron adaptarse a estos cambios y se aferran a su raza más que nunca, aunque la blancura está muydevaluada. Es por eso que triunfan los fenómenos como Trump o el Brexit.

Se puede predecir sin ninguna duda que la supremacía blancano volverá,porque la inmigración internacional no se puede detener y las nuevas oportunidades que se les presentan a los 'no blancos' tampoco. Un creciente resentimiento entre los arios afecta su identidad porque no saben adaptarse a este nuevo escenario. Se sienten postergados mientras otras etnias triunfan, profundizando su frustración. No es sólo un color de piel, sino que abarca una cultura y una forma de ser.

Por supuesto que los arios tienen un lugar en este mundo nuevo y globalizado, pero tienen que entender que su lugar es uno más entre muchos otros.

Si se siguen sintiendo 'especiales', su problemática de identidad continuará. Se sentirían mejor si se adaptan al nuevo contexto e interactúan con esta nueva realidad, aunque al principio no les guste la idea. Está demostrado que quienes aceptan los cambios son quienes avanzan en esta nueva sociedad.

Las próximas elecciones presidenciales en Estados Unidos cambiarán el escenario político mundial, según gane uno u otro candidato, y la innegable influencia que tendrá en el mundo después.