El Gobierno español ha puesto todas sus armassobre la mesa en la partida que mantiene contra la organización ecologistaGreenpeace. Hace algunas semanas Greenpeace se manifestó tratando de impedirlas prospecciones petrolíferas de la multinacional Repsol en aguas de especialvalor ecológico en las islas Canarias. Entonces el estado español envió a laArmada para defender a la petrolera. Patrulleras militares embistieronsalvajemente a las zodiacs ecologistas y causaron graves heridas a dosactivistas, uno de los cuales tuvo que ser operado en la pierna a resultas dela acción.
No satisfechos con ello, el Ministerio deFomento instruyó un expediente por sanción muy grave contra el barco ArticSunrise al que acusó de piratería, secuestrándolo y obligándole a estar varadoen el puerto de Lanzarote.
Hoy, el Gobierno del Partido Popular da unpaso más en su ataque desmedido contra Greenpeace y la fiscalía ha solicitadopenas de cárcel y una indemnización de 350.000 a los activistasa los que se juzga por una acción de protesta en la central nuclear deCofrentes durante el año 2011.
Entonces esta central llegaba al final de supermiso de explotación y la organización ecologista hacía campaña para sucierre definitivo. Su historial de problemas y emergencias era realmenteaterrador, pero el gobierno hizo caso omiso y prorrogó su permiso.
A día de hoysigue en funcionamiento. Fruto de aquella campaña, activistas de Greenpeacelograron introducirse en la central y pintar el lema “Peligro Nuclear” en unade las torres de refrigeración de la misma. La acción fue documentada por elfotógrafo freelance Pedro Armestre, que también está encausado. Cabe recordarque este año ha obtenido uno de los más prestigiosos premios de fotografía enEspaña con una espectacular foto del encierro de los sanfermines.
La Fiscalía, inmune a estas cuestiones,solicita que se les condene por los delitos de lesiones, desórdenes públicos ydaños. Greenpeace ha manifestado que está ante el juicio más duro de los que hatenido que vivir en España.