Según el Índice de Calidad Institucional presentado por la Fundación Libertad y Progreso (FLP), Argentina está entre los peores resultados, ocupando el puesto 137 de entre 193 países, lo que implica un importante deterioro en la última década.
“Estamos, en cuanto a calidad de instituciones, en niveles comparables a los de Mozambique, Ucrania y Gabón”, dijo Martin Krause, encargado de la elaboración del análisis del Índice, quien explicó que esto no es un dato sin importancia pues perjudica directamente la posibilidad de desarrollo para los argentinos y las empresas.
Al respecto también se pronunció el director de la FLP, el economista Aldo Abram. Para él, será necesario tomar “medidas difíciles” como “parar el desmadre fiscal, ajustar el tipo de cambio y cambiar la lógica del asistencialismo por herramientas que permitan capacitar a las personas para que así recuperen su dignidad y sus capacidades”.
De acuerdo a este informe, Argentina es uno de los países que perdió más calidad institucional en la última década, cayendo 93 puestos. Elaborados por organismos internacionales, los indicadores que se tienen en cuenta para este Índice son: vigencia del estado de derecho; voz y rendición de cuentas; libertad de prensa; percepción de corrupción; competitividad global; libertad económica ('Heritage'); libertad económica ('Fraser) y haciendo negocios ('doing busisness' del Banco Mundial).
Entre los países que lideran el 'ranking' se encuentran Suiza, Noruega, Singapur, Finlandia, Suecia, Hong Kong, Nueva Zelandia, Dinamarca, Estados Unidos, Canadá, Luxemburgo, el Reino Unido, Australia y los Países Bajos.
El Índice de Calidad Institucional 2015 es un documento de 36 páginas en las que se dan a conocer los números y se presenta un análisis realizado por Krause. Es publicado por la Red Liberal de América Latina, cuyo objetivo es ayudar a “convertir América Latina en una región caracterizada por democracias liberales y sociedades prósperas y comprometidas con los principios de libertad, responsabilidad individual, respeto a la propiedad privada, economía de mercado, primacía del Estado de Derecho y paz, a fin de lograr elevar los estándares de vida”.