Francisco De Narváez atacó brutalmente a Mario Casalongue, director yperiodista de la Agencia Nova por una nota sobre su vida privada.

La publicación hablaba de su relación con su mujer y suvida sexual. Vale aclarar que la vida privada de un funcionario solo es relevante si afecta al pueblo al que representa.

Luego del repudio a la agresión, De Narváez tuiteó: “Cometí un error.Pido disculpas. No debí reaccionar como reaccioné.”

En los diarios de hoy, no solo se le dio poca relevancia al tema, además se puso el foco en criticar la nota que la agresión misma: 

La Nación, consideró: “Agredió a un periodistapor una nota agraviante” y “Le pegó al director de la agenciaNova por un informe que ofendía a su entorno íntimo

En Clarín, en un recuadro en la página 26 decía:“Agresión de De Narváez”.

Diez páginas antes, Julio Blank en su editorial, gambeteóel tema: “De Narváez involucrado ayer en un episodio bochornoso que puedecomplicar su plan político”.

Ni siquiera Página 12 le dio relevancia: “De Narváez a los trompis”, setituló un recuadro minúsculo.

Es imposible que esto no lleve a reflexionar sobre eldoble estandar de los medios, pero la forma de analizarlo no debe ser el uso de preguntas hipotéticas,sino comparar con hechos en donde se note concretamente. Abajo un ejemplo:

Luego de la estatización de de YPF, en variaseditoriales en Clarín, Marcelo Bonelli criticó la medida. La Presidenta Cristina Fernández denuncióen cadena nacional que las editoriales de Bonelli se debían a que “su esposacobró un millón de pesos de Repsol por publicidad no convencional”.

En respuesta, Clarínllenó de calificaciones: “escrache a gente que no está de acuerdo con eldiscurso único del oficialismo”; "(El periodismo) es su blancopreferido"; "Quiere amedrentar y meter miedo"; "agresiónpersonal".

En algunosmedios se habló de “ataque a la libertad de expresión” y se le dio por unasemana un lugar central a la noticia.

Bonelli pidió una nueva ley de ÉticaPública.

Si una denuncia (cierta o falsa) a un periodista encadena nacional mereció tal respuesta: ¿No debería ser mayor el repudioa la brutalidad de De Narváez? En 2009, el colorado fue candidato a Diputado bonaerense, en esa época era uno de los dueños del canal América.

Era el tercer año del programa ‘Tres poderes’ de los periodistasReynaldo Sietecase, Maximiliano Montenegro y Gerardo Rozín.

Los gerentes delcanal les pidieron que entrevisten a De Narváez y los periodistas dijeron que no, pero por la insistencia terminaron cediendo.

En la entrevista, se le consultó al candidato sobre la supuestarelación con un narcotraficante, que luego fue desestimada por la Justicia. Perolo que mas molestó fue una pregunta sobre su patrimonio, que en 5 años habíacrecido 900 por ciento. De Narváez trató de evadirla, y terminódando una pobre respuesta: “Estoy apartado de mis negocios, debofelicitar a quienes los manejan”. Esa noche, el canal cortó la editorial del final delprograma.

Las represalias no tardaron, Tres poderespasó del horario central de los domingos a la medianoche de los lunes.

Elpremiado con el horario del domingo fue Luis Majul, que ese año había entrevistadovarias veces a De Narváez, obviamente sin incomodarlo.

En su libro Kamikazes, Sietecase contó que semanasdespués, en contexto de la pelea por la ley de medios, un gerente les dijo: “La empresa tiene mucho que perder”. Y dejó en claro que lasopciones eran “sumarse disciplinadamente a la pelea contra la ley odejar el canal”