A expensas de reducir fuertemente el presupuesto nacional en salud, educación y vivienda, Mauricio Macri es partidario de una máxima devaluación y de endeudarse con el exterior tan pronto llegue a Presidente de los argentinos.

Resucitará el cuadro maléfico de los '90, que tomaba deuda para abonar deuda, hundiendo al país en la catástrofe.

Quitará las restricciones cambiarias, si bien un asesor económico, Carlos Melconian, le ha desaconsejado poner en marcha esta medida a las 24 horas de comienzo de su mandato, tal cual es su voluntad.

Adiós a los empleos.

Al pretender la libre flotación del peso, originará una enorme devaluación, con impacto desmesurado en precios y salarios.

Abrirá un ingreso masivo de dólares, que significará un rápido y dinámico endeudamiento de la Argentina, que se traducirá en menor poder adquisitivo de la población y pérdidas de puestos laborales.

Ya en la ciudad de Buenos Aires está en suspenso por la Justicia una reglamentación de su autoría, que recorta el derecho a realización de asambleas de los trabajadores y limita el derecho a huelga.

Chau jubilados. Retornará a la privatización de las jubilaciones y pensiones, un robo al bolsillo de las personas mayores y discapacitadas que puso en vigencia en su momento Carlos Menem.

Es reticente a declarar si mantendrá los dos aumentos anuales a los beneficios previsionales que hoy rigen.

Privatización total. La producción de origen argentino caerá por un masivo ingreso de inversiones externas, las que obtendrán rentabilidades extraordinarias. Las empresas privatizadas manejarán sus valores y precios a su libre antojo.

Privatizará Aerolíneas Argentinas, YPF y ferrocarriles, en continuidad con su política económica que aplica como gobernador de la CABA, donde nada pertenece al Estado, ni siquiera la recolección de la basura, que cualquier ciudadano puede atestiguar que es una malversación de fondos y un fracaso.

Griesa feliz. Sin imponer tasas razonables, sujetará a la Argentina a un pago "ruin" en acuerdo con el juez Griesa en lo que atañe a los fondos buitres y los denominados "me too".

Dólar a 12 pesos. Otro consejero económico del PRO, Federico Sturzenegger, proyectó para un principio el valor oficial del dólar a 12 pesos.

Un precio elevado del dólar va contra los ingresos de los trabajadores y el desarrollo del mercado interno, mientras abarata los costos laborales para que los inversores extranjeros obtengan mega ganancias.

Dime con quién andas y te diré quién eres. El padre siniestro de la Convertibilidad y el Corralito, el ex ministro de economía Domingo Cavallo, difunde en nuestro país y en el exterior que el equipo económico de Macri es "el más serio para gobernar".

Ha ratificado que le parece bien que se elimine el cepo cambiario. Defiende la posición del PRO de depositar dólares en el sistema financiero.

Otra mentira a los trabajadores. Macri promete eliminar el impuesto a las retenciones y las ganancias y que el dólar circule como una moneda de competencia con el peso, pero nunca explicó cómo reemplazará los ingresos fiscales que solventan el gasto social.

En consecuencia, se derrumbarán los salarios, con un ajuste encubierto y un planteo de transferencia de recursos entre diferentes clases y sectores de clase.

Hipotecó a los porteños. En CABA casi cuadriplicó una deuda externa en dólares. En 2007 era de 548 millones y en 2014 pasó a 2134,2 millones.

Macri hipotecó a la gobernación. La deuda por cabeza de los porteños es de 740 dólares. Además, emitió deuda en 2015 con vencimientos hasta el 2021.



Por otra parte, los proveedores cobraron en 2014 más de 1300 millones de pesos, cuando debían percibir 61 millones.

El presupuesto en Salud perdió 12 %; Educación 24%; Industria 15 % y Vivienda 40 %.