El 10 de diciembre de este año, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner concluye su segundo mandato consecutivo, la Constitución marca que no puede volver a ser reelecta. El Gobierno nacional no modificó dicha constitución, ni siquiera lo planteó. Ya sea por que no quiso, o porque no pudo, ya que no contaba con los votos legislativos para hacerlo.
Cristina deja el gobierno con una imagen muy positiva: Los números de las consultoras varían entre el 40 y el 60 por ciento.
Por esto, despierta dudas la idea de que se retire de la función pública.
Algunos, más críticos, aseguran que la presidenta quiere un cargo legislativo, ya que eso otorga fueros, que benefician al legislador a no tener que cumplir una condena, en caso de ser encontrado culpable en algún hecho delictivo. Vale aclarar que pese a estas especulaciones, ninguna de las investigaciones en las causas que implican a CFK logró avanzar significativamente.
"Alicia Presidenta, Cristina Vice", empapeló el país a mediados de 2013 la Agrupación Kolina, que responde a Alicia Kirchner (hermana de Néstor). Lejos quedó la idea. Alicia no competirá por la Presidencia, pero además, el segundo lugar en la formula no dejaría contenta a la líder del movimiento, más aún si tomamos en cuenta el rol relegado que tienen los vicepresidentes en la historia de nuestro país.
Entonces, exceptuando que decida alejarse de la política, el destino de Cristina se definirá entre: precandidata a Diputada Nacional, pelear por la gobernación de la Provincia de Buenos Aires o presentarse para ser parte del Parlasur (poder legislativo del Mercosur). Las tres listas, van juntas a las precandidaturas a presidente, si Cristina está en alguna, atraería mas votos a los presidenciables kirchneristas.
Si decidiera ir con Diputados, Cristina se aseguraría seguir siendo la cabeza de uno de los tres poderes. Es casi imposible que el oficialismo no saque el primer lugar en las elecciones (independientemente de si hay o no ballotage), lo que colocaría al kirchnerismo como primera minoría en el Congreso. Por ende, presidir a esta fuerza en el Congreso, la convertiría en la cabeza de esa Cámara legislativa.
Por otro lado, en el ParlaSur por primera vez, aunque se había pactado que debió ser desde 2011 y solo fue cumplido por Paraguay, los países presentaran listas para que el voto popular designe a sus representantes en cada país en dicho órgano legislativo. Encabezar la lista otorgaría no solo mantener un poder importante a nivel nacional, también compartiría una total relevancia a nivel regional. Si a esto se le suma la mística por ser las primeras elecciones de este tipo, la idea es por demás interesante.
Finalmente, la Gobernación de Buenos Aires otorga siempre un poder inmenso, la Provincia nuclear el 37,5 por ciento de los votantes. Quien lo hace es siempre una figura central en la política nacional.
Pero posiblemente, al igual que la idea de ir de vicepresidenta, Cristina vea esta idea como una minimización de su imagen. Esta opción es poco posible, el oficialismo presentó trece pre candidatos en la provincia, aunque actualmente solo quedan cuatro. Cuesta pensar que la presidenta no advirtiera a los demás para que no compitan con ella. Además, es claro que los precandidatos Aníbal Fernández y Julián Dominguez, por su fidelidad a la presidenta, nunca hubieran considerado presentarse a un cargo sin consultarle a Cristina