El primer mandatario estadounidense Barack Obama vendrá a la Argentina el 23 y 24 de marzo, junto a su esposa Michelle y sus hijas Sasha y Malia. El presidente Macri mostró su alegría por esta visita en su cuenta oficial de Facebook, donde indicó que ese acontecimiento marca el inicio de nuevos tiempos para el país. Durante el gobierno kirchnerista (2003-2015), Argentina tuvo una relación mala o nula con Estados Unidos, ya que las autoridades prefirieron fortalecer lazos con Venezuela.
Macri cambia radicalmente esa política y quiere tener una relación fuerte y positiva con la Unión Americana.
Era lógico que semejante visita despertara polémicas: la estadía de Obama el 24 de marzo coincide con el Día Nacional de la Memoria y la Justicia, que recuerda las muertes civiles de la última dictadura militar. Hebe de Bonafini, titular de la Madres de Plaza de Mayo, repudió a Obama y a Macri, diciendo que ambos la avergüenzan. Estela de Carlotto, presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo, en cambio, aprueba la llegada de Obama, y se reuniría con él, si existiera la posibilidad. Las razones que dio por su punto de vista es porque el jefe de estado norteamericano es el "presidente constitucional de un país".
En las últimas horas diplomáticos y funcionarios de Argentina y Estados Unidos estudian la posibilidad de que los habitantes de nuestro país puedan volver a viajar al país del norte sin visa, como ocurrió en la década del '90'. El tema estará presente en la agenda durante la visita de Obama, pero aún no está confirmado. Los tópicos que se tratarán durante la estadía del primer mandatario estadounidense son: cambio climático, derechos humanos, seguridad de los ciudadanos y energía ecológica. La llegada de Obama es una decisión bien vista para el reestablecimiento de relaciones de ambos países.
Martín Lousteau fue muy categórico ante la estadía del mandatario estadounidense en nuestro país, afirmando que ese hecho significa que la Argentina, por fin, dice presente en la agenda internacional.