El presidente Macri y su padre están en el foco de la justicia y los medios por el polémico acuerdo de Correo Argentino donde se sospecha de una táctica abusiva en perjuicio del estado.

La deuda se remonta a los 90’ cuando el peronista Carlos Menem privatizó Correo Argentino, adjudicándose al Grupo Macri. Durante años estos no pagaron el canon argumentando que el estado no permitía actualizar las tarifas. En 2001 se abrió el concurso preventivo con una deuda de 300 millones de pesos, que por la convertibilidad fue equivalente a 300 millones de dólares.

Los años pasaron así como tres gobiernos peronistas y la deuda hasta el momento no se ejecutó.

En la actualidad, el Grupo Macri, siendo los hermanos e hijos de Macri propietarios reales ( ya no franco ni Mauricio), ofreció pagar el total de la deuda de 300 millones más un 7% de interés, pero esto a valor nominal, lo que significa, no actualizar los intereses y licuando la deuda original además de realizarlo en una cuotas que serán totalmente abonadas de el año 2033. Lo que significaría pagar un monto irrisorio que no fluctúa con la economía del país.

El fiscal general de la cámara de comercio dictaminó que el acuerdo como mínimo es “abusivo” y “contrario a la buena fe” , considerando que la sociedad a cargo tiene la liquidez suficiente para efectuar el pago no solamente en una sola cuota, sino también lo suficiente para realizar el pago actualizando la deuda con los ajustes inflacionarios actuales.

Además de presumir que el grupo Macri tiene expectativas que van en detrimento y perjuicio del estado nacional.

Actualmente la concesión se encuentra en la justicia y el fiscal debe dirimir si se acepta el pago, o por el contrario se podría intentar mejorar la oferta, sin embargo la condena social contra el presidente Macri ya fue hecha por una maniobra donde se presumen mala intención.

Sin embargo, esta deuda lleva más de tres gobiernos peronistas y 12 años en los cuales estaba totalmente congelada, siendo que se cerraron otras deudas de privatización, como lo fue la de YPF. Con lo cual la verdadera quita y devaluación en la deuda creada en esta última década es la verdadera mala fe, implementada por gobiernos anteriores especialmente Kirchneristas, presuntamente a cambio de intereses a su beneficio.

Sin duda esta maniobra sospechosa pone en duda la credibilidad de cambios, pero por el momento la justicia deberá dirimir si esta actitud abusiva es real o especulativa.