La fangoterapia es una técnica alternativa de Belleza que aporta gran cantidad de minerales a la piel y al cuerpo, ayudándolo así, no solo en lo exterior, sino desde adentro. El hierro, potasio y azufre, entre otros minerales del fango, ayudan a prevenir los radicales libres. Es muy recomendable en invierno, cuando la piel está expuesta al frío.
El magnesio, uno de sus componentes, da firmeza y elasticidad a la piel, el cobre y el zinc regeneran el colágeno y elastina que se pierden con la edad; el cobalto, arrasa con las células muertas y el selenio activa el sistema circulatorio.
Así, la unión de estos mágicos y naturales elementos dan vitalidad a la piel, renovándola y rejuveneciéndola .
Beneficios de la fangoterapia
Ayuda a desinflamar las articulaciones, a erradicar los dolores musculares, los golpes, artritis, luxaciones y traumas óseos. Cicatriza heridas leves, absesos, quemaduras, piquetes de insectos, úlceras, entre otros. Retrasa el envejecimiento combatiendo la piel seca y deshidratada al arrasar con las células muertas, y desaparecen las manchas. Limpia profundamente el cutis. Es un excelente tratamiento para el acné pues consigue hacer un pulido profundo sin agredir a la piel y favorece la reproducción celular. Ayuda a bajar de peso ya que atrae los líquidos a la superficie, mejora el sistema digestivo y combate la celulitis.
Aplicación
La fangoterapia se aplica directamente sobre la piel de muchas maneras y puede ser a través de baños, masajes, envolturas o compresas, y dejarlo actuar siempre durante 30 o 40 minutos hasta que seque. Solo de ese modo obtendrás los resultados que buscas. Una vez que la terapia haya terminado, debes volver a reposar, pues este tipo de de tratamientos llega a lo profundo de la piel, removiendo incluso, parte de tu metabolismo.
Cuando se utiliza como tratamiento estético es bueno complementarlo con masajes hidratantes y de drenaje. Vale la pena mencionar que aunque se trata de un tratamiento externo de belleza, debe ser aplicado con cuidado y bajo las manos de expertos, ya que si el fango se aplica en más del 50 por ciento de la superficie de la piel, se pueden llegar a presentar cambios en la frecuencia cardíaca o respiratoria debido a la estimulación que provoca esta terapia.