¿Qué diría Homero Simpson si supiera que se ha descubierto que la cerveza posee propiedades antioxidantes y que incluso podría prevenir enfermedades cardiovasculares ocombatir el colesterol? Porque a esta conclusión se ha llegado luego de realizarse Estudios científicos en la Universidad de Valencia, especialmente por el lúpulo, su principal ingrediente, que ayuda a prevenir la oxidación de las células, como también enfermedades cardiovasculares, hipertensión y hasta trastornos neurológicos.
Según información traída por el sitio web de Infobae, el lúpulo, ingrediente principal de esta bebida, altamente beneficioso para el metabolismo oxidativo, ayudando a disminuir el colesterol y triglicéridos.
Además, su consumo en dosis moderadas influye positivamente en los marcadores sanguíneos, especialmente aquellos que están relacionados con procesos oxidativos e inflamatorios.
En tiempos antiguos, el lúpulo se utilizaba en medicina para tratar diversas enfermedades gracias a sus acciones antibacteriana, antiinflamatoria y diurética. Y hasta hoy en día, la cerveza es el único producto en el mundo que se elabora con lúpulo. En cuánto a su acción sobre los marcadores de inflamación, el lúpulo reduce hasta un 31% de los niveles de proteína C reactiva, que determina el nivel de riesgo en cardiopatías en las personas.
Esta proteína la produce el hígado y aumenta su nivel cuando se produce una inflamación.
Dichos estudios fueron llevados a cabo en conjunto por el profesor Jesús Román Martínez, el doctor Antonio Villarino Marín de la SEDCA (Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación) y la doctora Victoria Valls Vellés, en representación de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valencia, quién declara junto a Villarino Marín sobre la acción antioxidante del lúpulo.
Por su parte, la doctora Valls agrega que "el efecto sobre la Salud atribuido a las bebidas fermentadas tradicionales como la cerveza, se debe principalmente a su alto contenido de antioxidantes". Las sustancias de acción antioxidante presentes en esta bebida, se encuentran especialmente en las materias primas que la componen, en especial por los polifenoles que provienen principalmente de la cáscara del lúpulo y de la cebada.
Luego le sigue la malta, que contiene ácido fólico y vitaminas del grupo B.
Cabe destacar también que, en sus comienzos, la cerveza tenía un sabor más bien dulzón, hasta que comenzó a incluirse al lúpulo en su preparación, y así es como comenzó a adquirir ese sabor amargo que la caracteriza, porque era sabido que este componente tenía además propiedades antisépticas, lo cuál significó un paso importantísimo en cuánto a higiene y estabilización del producto.
Por lo tanto, la cerveza es y será siempre aquella amiga que no podemos excluir de fiestas o reuniones, no sólo para aflojarnos la lengua, sino también por ser una aliada más de nuestra salud. Así que... ¡A brindar!