Luego de haber sido sancionada con una tarjeta amarilla por comentar sobre el último escandaloso Boca-River, donde hubo un ataque con gas pimienta y el equipo de Nuñez pasó a cuartos de la Copa Libertadores, Ángela Pereyra volvió a introducir información del afuera: esta vez contó el funcionamiento de la fulminante y fue duramente castigada. Estará en placa en la próxima nominación.
Parece ser que a Angie, quien entró con la intensión de conquistar a Brian y romper la relación que éste mantiene con Marian, le juega en contra saber cosas del exterior porque no puede dejar de revelarlas.
Vuelve una y otra vez a violar la regla de oro del reality, el aislamiento. En esta oportunidad, la sanación que le aplicó Gran Hermano fue la más dura hasta el momento: dos tarjetas amarillas. Contando la primera sumó tres, por lo que quedó automáticamente nominada.
La sanción fue por dar detalles sobre la fulminante que los "hermanitos" desconocían: mientras charlaba con Brian en la cocina, le advirtió que no hiciera la fulminante porque el fulminado sólo puede abandonar la casa si recibe más de la mitad de los votos del público (Es decir, más del 50 por ciento).
Gran Hermano reunió a todos los participantes para comunicarles la nueva sanción, y dijo: "Angie, quiero comunicarte lo siguiente: por primera vez voy a aplicar la sanción de dos amarillas juntas que, sumadas con la anterior, llegan a tres.
Y, por lo tanto, la próxima gala de nominación estarías en placa. El motivo es el mismo que la primera amarilla, haber hablado reiteradas veces de lo que pasaba afuera. Eso hace que se rompa el aislamiento de la casa. Por eso quiero que no continúes haciendo lo mismo porque podrías quedar expulsada directamente de la casa".
La cara de la paraguaya se transformó y los demás participantes comenzaron a especular sobre cómo quedaría conformada la próxima nominación. Hay que recordar que Angie entró con inmunidad por una semana, así que entrará la placa para la próxima sentencia.