La cantante Laura Miller (42) sufrió un colapso nervioso debido a la situación judicial de su marido. La artista está internada en el Sanatorio Finochietto de Palermo luego de que los vecinos llamaran al 911 alertando sobre los gritos de Miller. La intérprete vive un infierno desde que Nicolas Traut (48), su esposo, fuera acusado de hackear las cuentas bancarias de la Municipalidad 25 de mayo y robarse $3,6 millones. Miller argumenta que no sabía nada de los negocios de su cónyuge, quien es piloto de carreras, pero hace un año que no está en actividad.
La cantante sabía que él era un hombre de negocios, pero nunca sospechó que fuera un estafador.
¿Cómo empezó todo?
Miller y Traut se casaron en diciembre del año pasado con una impresionante fiesta y se fueron a vivir a la Torre Le Parc de Puerto Madero. La pareja llevaba un comfortable estilo de vida y Miller nunca sospechó nada raro. Este matrimonio fue muy importante para ella porque significaba volver a creer en el amor. En el 2015 la mediática denunció a su ex novio por violencia de género y ella creyó que jamás volvería a enamorarse hasta que conoció a Traut. El idilio duró apenas cuatro meses hasta que estalló el escándalo judicial. Miller aclaró en las redes sociales que ella no está vinculada a ningún hecho delictivo.
La salud de la cantante
Cuando supo del escándalo judicial de su pareja, Miller tuvo un ataque de nervios. Sus gritos hicieron que sus vecinos llamaran al 911 y cuando llegó la policía decidieron que lo mejor era internarla. Trascendió que la cantante sufre depresión severa, llora todo el tiempo, no come y tiene fantasías suicidas.
Lleva varios días sin dormir y actualmente se encuentra sedada. Miller espera que todo se trate de una confusión y que pronto vuelva a la normalidad. La artista agradeció el apoyo recibido, aunque también recibió insultos de personas que decían que ella hacía lo mismo que su marido.
Laura Miller no es la única celebridad que se entera que su marido comete actos ilícitos.
Figuras como Karina Jelinek (36) o Iliana Calabró (50) también sufrieron que sus Parejas fueran estafadores. Ellas llevaban un lujoso estilo de vida, pero ninguna sabía de qué trabajaba el marido. Cuando se enteraron, el desconcierto era total y ambas terminaron separándose definitivamente. Algunos señalan que ellas sí sabían todo y simulaban ignorarlo para evitar el control de la justicia y no ser señalados como estafadores.