El martes 9 está confirmado un paro general de transporte durante 24 horas, que se sabe volverá a complicar una vez más el transporte en todos los puntos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (C.A.B.A.) y también en el conurbano, generando caos y alteraciones en la movilidad y en el humor de los trabajadores obligados a asistir a sus empleos a pesar de la dificultad de viajar normalmente.

La Asociación de Trabajadores del Estado de la provincia de Buenos Aires adhirió al Paro general, y se adelantó a la fecha programada convocando a una manifestación general desde el mediodía del lunes 8 en el Obelisco, en pleno centro porteño.

Desde allí, se dirigirán al Ministerio de Trabajo para expresar su reclamo salarial.

Sin embargo, los mayores obstáculos de transporte se esperan para mañana, fecha en la que la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte junto con la Central de Trabajadores de Argentina unificarán fuerzas para inmovilizar a gran parte del país, como es habitual en cada una de estas medidas de fuerza promovidas por los gremios y sindicatos que demandan incrementos salariales y la nulidad del impuesto a las ganancias.

Por lo pronto, ya se anticipa que el acatamiento de los Medios de transporte público (trenes, colectivos, subtes) será casi total, convirtiendo a la ciudad - una vez más - en una zona imposible de transitar.

Además de los gremios mencionados, se sumarán los gastronómicos, los bancarios, los judiciales y los empleados de estaciones de servicio.

Esto acarreará problemas para miles de familias ya que las escuelas anunciaron que abrirán sus puertas, pero que no aseguran que los docentes concurran para dictar las clases. Los restaurantes, en su gran mayoría, directamente ni abrirán al público, al igual que los surtidores de gas y nafta.

El paro, que se convierte en el quinto de los gremios opositores al kirchnerismo, nuclea a varios sindicatos que calculan una fuerza de 50.000 trabajadores que también mañana se manifestarán en el microcentro, al igual que hoy. Desde el mediodía, el gremio liderado por Pablo Micheli se encuentra bloqueando las inmediaciones del obelisco, y allí cerca también se ha reunido un grupo de trabajadores de Telefónica de Argentina congregados bajo la Unión de de Empleados Técnicos de Telecomunicaciones, quienes están llevando a cabo su propio reclamo.

Los subtes funcionarán con una frecuencia menor a la habitual, excepto la línea B, que ya se declaró en sintonía con el paro. Los colectivos no ofrecerán servicios en ninguno de sus trayectos: corta, media y larga distancia. Los vuelos no están asegurados, y se esperan demoras y problemas en las salidas de los viajes programados. Hugo Moyano, al frente de la CGT, es la voz cantante de este nuevo paro que busca beneficiar a unos pocos y que perjudica a cientos de miles de trabajadores a quienes se les dificulta sobremanera poder cumplir con sus impostergables responsabilidades laborales. Gran parte de C.A.B.A. desbordará alteración e irritación, por lo que se aconseja evitar el área porteña y AMBA, si fuera posible para el público general.