Cada vez menos parejas se casan en nuestro país: en la Ciudad de Buenos Aires, el año pasado hubo 11.478 matrimonios, es decir, la mitad de los que hubo en 1990. Es por esta razón que hablamos con el Lic. En Psicología Felipe Martínez, egresado de la Universidad de Buenos Aires, para que nos dé su opinión
¿Por qué se separa la gente?
Los primeros años es “todo color de rosas”: los defectos de la pareja se minimizan y las virtudes se ven por todos lados. La intolerancia por conductas o actitudes del otro -que comienza por lo general pasados unos años- es algo que para mí siempre existió en la pareja, sólo que ahora se tiene más valor y menos miedo para demostrarla; así como menos ganas de arreglarlo, hasta el punto de cortar la relación por problemas mínimos.
En esto influye mucho el nuevo lugar de la mujer, ya no tan pasivo y conciliador como antes.
¿Cuáles son los problemas más comunes que presentan las parejas?
La atracción por una tercera persona creo que es de los más comunes, de acá deriva la infidelidad. Es natural que se dé la atracción, por una cuestión biológica, pero el no poder controlarlo, no lo es. Tenemos, aunque cueste, la capacidad de privilegiar una relación a largo plazo en lugar de irnos con todos los que nos atraigan, al contrario de los animales no humanos.
Podrías darle algunos consejos a las parejas
Poner en la balanza lo bueno y lo malo de la pareja, antes de tomar la decisión rápida de separarse. En muchos casos hay arrepentimiento después de un tiempo, y el otro no siempre vuelve.
También hay que analizar lo que se perderá si uno es infiel y lo descubren. Si luego de este análisis notas que no hay mucho que perder, mejor hablarlo y analizar la separación de frente. Por último, no hacer todo juntos: intercalar cosas en pareja y cosas con amigos o solo. Si no hay espacios, hay más intolerancia luego.