Tottori, capital de la prefectura del mismo nombre, no muy lejos de Osaka, parece ser una ciudad tranquila, quizá demasiado... Pero que sea tranquila no significa que sea un sitio aburrido. De hecho, hay una atractiva razón para ser visitada durante nuestra estadía en Japón: el Museo de la Arena. Dejamos atrás el invierno norteño de Sapporo con sus esculturas de nieve y nos vamos para la otra punta: esculturas de arena, que nos remiten a la idea de playa, sol, verano, jugar a construir castillitos... En este museo se exhiben réplicas de esculturas hechas en arena, que sin duda escapan a nuestra imaginación.

Sin duda, la arena es a Tottori lo que la nieve es a Sapporo. Claro, porque uno de sus rasgos más distintivos es un desierto de dunas de arena, que se ha formado hace alrededor de 100.000 atrás, gracias a la cantidad de sedimento que se ha ido acumulando con el tiempo tras ser transportado por el río Sendai, y que se extiende hasta las orillas del mar de Japón, en un total de 16 km.

Tal importancia tiene este paraje, que se lleva a cabo todos los años el Festival de Shan-Shan, rindiendo culto a la arena, y en el que su atracción principal son sus asombrosas esculturas hechas enteramente con este material, y que se celebra desde mediados de abril hasta las primeras semanas de enero del año siguiente (o sea, hay arena para rato). Y cada año, las esculturas que se exhiben en el festival siguen una temática distinta relacionado con el país o región.

Y así, se inauguró este museo, dedicado a estas esculturas de arena, que exhibe cientos de réplicas de dichas obras de arte captando hasta el más mínimo detalle de las originales que lo inspiraron. Para llegar, se puede ir desde la estación de tren Tottori ya sea en taxi o colectivo, y el coste de la entrada es de 600 yenes, y alrededor de 20 minutos de viaje desde la misma estación.

Otra actividad que atrae a muchos turistas, es la de recorrer la zona de dunas montando un camello.  Las excursiones en camello son en grupos y comienzan a las 9.30 de la mañana, durando hasta las 16 hs.  El coste de estas travesías es de 1.300 yenes, y es conveniente llegar a horario, ya que los grupos de camellos son muy reducidos, y se ocupan rápido.