Este crack hizo lo que muchos pensaron que nunca iba a hacer. Se despidió del Liverpool para ir a jugar a otro país en otra liga muy diferente. Si todavía muchos no cayeron o no lo creen pero el rubio volante no vestirá más la camiseta roja que tantos años defendió y transpiró como nadie. Muchos ya lo empezaron a extrañar, algunos fueron incrédulos ante semejante decisión del ex mundialista. Es tan querido este jugador en la ciudad que hasta aquellos que no son amantes del Fútbol lo adoran de una manera que conmueve.

Para los hinchas que asisten masivamente al Anfield Road les resultará extraño no verlo con su cinta de capitán en el brazo y siendo clave en el mediocampo del equipo.

Hay un antes y un después en la ida del emblema de la institución. Ya nada será igual sin su presencia es lo que sostienen simpatizantes, dirigentes, compañeros de plantel y ciudadanos.

El crack inglés jugó 709 partidos, convirtió 185 goles y ganó 10 títulos. Estuvo durante 17 años vistiendo la casaca del Liverpool. El genial y estupendo futbolista se irá a Los Ángeles Galaxy de Estados Unidos por lo que el último fin de semana tuvo flor de despedida de su lugar en el mundo.

"Voy a extrañar mucho esto", aclaró el británico con elevada emoción por ver a todos sus aficionados por ultima vez. "Amé cada minuto, estoy absolutamente desvastado y no voy a volver a jugar de nuevo frente a estos aficionados", agregó el capitán a tono de despedida.

El último encuentro que jugó para los Reds fue derrota por 3 a 1 ante Cristal Palace pero eso fue lo que menos importó. Lo importante era verlo a el y reconocerle todo lo entregado. No se lo vio triste como al publico, estuvo bien acompañado por sus hijas Lilly, Lexie y Lourdes y recibió la ovación del estadio entero.

Lo acontecido en su despedida no será olvidado jamás, fue una verdadera fiesta con un himno de parte de la hinchada que le dedicaron.

Hasta sus propios compañeros no podían dejar de abrazarlo y festejar lo que ocurría en el verde césped.

"Ustedes son los mejores", replicó el ídolo en un instante fuerte cuando se despedía y agradecía a sus fanáticos. Es el principio de una leyenda para este hombre de 34 años que quedará guardado en la memoria de casi todo un país entero.