A raíz de la caída del precio internacional del petróleo hay muchos países que están sintiendo sus efectos. Los estados miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), como también Rusia, que no forma parte de este grupo, y las regiones de la Unión Europea, dedicadas a la producción y transacción internacional del "oro negro", están viendo que su economía decrece al ritmo del precio del crudo. Una actual cotización demuestra que petróleo WTI (West Texas Intermidiate), el día martes 30 de diciembre, cotizó a 53,89 dólares el barril, mientras que el BRENT europeo cerró sus operaciones, el mismo día, en 57,40 dólares el barril.

Bolivia no está al margen de esta situación, ya que el país andino tiene como producto principal la venta al exterior de gas y hoy sus únicos compradores son Argentina y Brasil; es así que en los inicios del mes de septiembre último, el volumen promedio de exportación de gas a Brasil fue de 32,75 millones de metros cúbicos por día (MMmcd) y Argentina adquirió, durante octubre, un total de 14 millones de metros cúbicos por día (MMmcd) y al mismo tiempo, éste firmó contrato con Bolivia para la importación de un total de 27 millones de metros cúbicos por día hasta el 2017.

El precio de exportación del gas boliviano está determinado por la actual cotización de los derivados del petróleo; de esta forma una continua pérdida de su valor en el mercado externo modifica considerablemente su situación financiera.

Frente a esta realidad durante los últimos días del mes de diciembre, Carlos Villegas, presidente interino de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), en una entrevista realizada para el medio gráfico local, Página 7, destacó que "por el sistema de cálculo de los precios de exportación del gas a Argentina y Brasil, durante los próximos meses la crisis, no afectará a Bolivia", pero a la vez advirtió que si perdura esta situación las consecuencias se sentirán a partir de la segunda etapa del 2015: "Bolivia no es un país autárquico, es parte de la economía mundial y, por lo tanto, vamos a sentir los efectos de la caída de los precios, pero en una primera fase van a ser muy leves", manifestó el directivo, quien a su vez admitió que las Reservas nacionales representan un colchón para la nación.

Este panorama de incertidumbre y preocupación ya fue expuesto por su máxima autoridad, Evo Morales Aima, quien hizo saber hace unos días atrás sobre la existencia de un "equipo de expertos nacionales y extranjeros" con quienes tenía pensado mantener una reunión y de esa manera prever el impacto que sufriría su economía si persiste esta crisis.

Por otra parte, el vicepresidente boliviano Alvaro García Linera también expresó su intranquilidad emitiendo un pronóstico desalentador para la economía boliviana, ya que estima una pérdida de "40 millones de dólares" si el precio del barril de petróleo permanece estancado en el valor de 55 dólares, según dijo la disminución se sentirá en el mes de julio del 2015.

El informe que emitió en noviembre último el Banco Central de Bolivia (BCB), "Política Monetaria-Octubre 2014", estableció que gran parte de las Reservas Internacionales Netas (RIN) "se incrementaron gracias a un pago extraordinario que recibió la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales de Bolivia (YPFB) por parte de la brasilera Petrobras, en el mes de agosto, de 434,4 millones de dólares y es por el envío de gas rico a Brasil, lo que permitió que las Reservas se acerquen a un total de "15.551 millones de dólares sobrepasando el 50% del Producto Interno Bruto".