El selenio es un mineral esencial para nuestro organismo, siempre y cuando se lo consuma en cantidades pequeñas y prudentes. Se ha comprobado que el selenio puede ayudar a prevenir ciertos tipos de cáncer y Enfermedades cardiovasculares, como también protege al cuerpo de efectos tóxicos de ciertos metales, ayuda a reforzar las defensas del cuerpo y hasta contribuye en el aumento de la fertilidad, en especial para los hombres, ya que se ha demostrado que ayuda a aumentar la producción de semen y de espermatozoides.

Además, protege al cuerpo luego de que se le hayan suministrado vacunas, como también en la producción de enzimas antioxidantes.

Es sabido que regula el metabolismo en las hormonas tiroideas. También es un excelente aliado para las articulaciones, ayudando al buen mantenimiento de las mismas. Incluso ayuda al fortalecimiento del cabello y de las uñas.

Entre otros beneficios, ayuda a las heridas a que cicatricen mas rápidamente y combate las infecciones. También ayuda a la Salud de las encías y mantener limpia la piel. Incluso es un gran amigo para los ojos, ya que previene la aparición de cataratas y fortalece las retinas.

El selenio está presente en las verduras y en carnes, ya sea en la vacuna, como también en pollo, pescados y mariscos. También está presente en el ajo, huevos, granos, hígado, germen de trigo y levadura de cerveza.

Otra fuente de selenio son las frutas secas, especialmente las nueces .

Claro que la deficiencia de selenio en el cuerpo conlleva a tener ciertas enfermedades, como la enfermedad de Keshan, o la enfermedad de Kashin-Beck, que provoca dolores óseos y articulares.  Por supuesto, consumir selenio en exceso puede ser peligroso y hasta tóxico.

La selenosis es uno de ellos, y se trata de una afección producida por un exceso de selenio en la sangre, y entre sus síntomas están: debilitamiento de las uñas, pérdida del cabello, naúseas, irritabilidad y fatiga. Por estas razones, si bien es la intoxicación por selenio no es algo demasiado habitual, se recomienda consumirlo en dosis no muy grandes, todo dependiendo de la edad y el sexo.

También hay que tener en cuenta otros factores, como enfermedades o embarazo. En el caso de las embarazadas o lactantes, requerirán dosis de selenio mayores.