Desde hace semanas que los choferes de la línea 60 atraviesan un intenso conflicto con la empresa a raíz del despido de algunos de sus compañeros. El problema fue mutando y hoy en día ninguna de las partes da el brazo a torcer. Primero se decidió circular pero sin cobrar el viaje. Luego se decidió parar y ayer sucedieron incidentes en un corte en Panamericana, testigo de innumerables batallas.

Aníbal Fernández, a pocos días de celebrarse las elecciones, tanto a nivel provincial como nacional, declaró respecto al fuerte cruce entre trabajadores y Gendarmería que se desencadenó ayer por la mañana.

"Se ven muchísimas agresiones de los trabajadores a la Gendarmería. No puede suceder que los trabajadores hagan lo que se les antoje" señaló. Y siguió: "Los choferes no tienen que ser actores directos en el conflicto, ya que hay un sindicato". El sindicato al cual se refiere el ministro es la Unión Tranviarios Automotor, que conduce Roberto Fernández.

El funcionario también sostuvo que hay 900 choferes que quieren trabajar y dejó entrever ciertas cuestiones conspiratorias. “El gremio conoce que hay gente que quiere seguir con el conflicto sin razón, porque detrás de todo esto hay algo que motiva el conflicto”. Incluso prosiguió y brindó testimonio respecto del punto clave de la discusión y su posible resolución: “Los trabajadores no están de acuerdo con el nuevo grupo que compró la empresa, porque no les permiten formar parte del manejo de la compañía.

Para eso deberán ir a una discusión judicial y no hay dudas de que va a ganar el grupo que puso la plata para ser el dueño de la empresa”.

Otro hombre clave que tampoco se quedó atrás a la hora de referirse al conflicto es Sergio Berni, Secretario de Seguridad de la Nación. Tildó de incivilizados e inadaptados a los choferes que causaron desmanes y justificó y defendió el accionar de la Gendarmería. Pese a esto, puso paños fríos y dijo que “Se están analizando las imágenes para ver si hubo negligencia” (por los disparos de balas de goma).