Desde 1947, el primer año en que se introdujo la prueba de contrarreloj individual en el Tour de Francia jamás se habían corrido menos kilómetros en esta modalidad que los que está previsto que se corran en el Tour 2015. Únicamente serán 14 los kilómetros que tendrán que recorrer en solitario los ciclistas, a los que habría que sumar 28 km. más, que formarán parte de una prueba contra el crono por equipos que se celebrará en la 9ª etapa.
Es pues, uno de los recorridos del Tour de Francia más montañosos y duros de la historia de la carrera, que este año llega a su 102 edición.
La falta de kilómetros contra el crono ha disgustado a los ciclistas que mejor se manejaban en esta disciplina, como el británico Chris Froome quien dejó entrever que quizá no lo correría este año. Sin embargo otros, como Purito Rodríguez han manifestado que es un Tour espectacular y que "sería un pecado no estar en este Tour" que se augura uno de los más espectaculares de la historia al poder contemplarse por fin el esperadísimo duelo entre Contador, Quintana, Níbale y el propio Froome, pues todos esperan que termine participando.
A estos nombres habrá que unir a los dos jóvenes escaladores franceses, Thibaut Pinaud y Pierre Rolland de los que se espera mucho en su país, y que quizá puedan volver a poner a Francia en lo más alto del podio tras décadas de ausencia.
El Tour dibuja un recorrido en esta ocasión en el que en la primera semana es aparentemente llano. Sin embargo, estos primeros días están plagados de trampas como la etapa del pavés, que el año pasado supuso una auténtica carnicería en el pelotón y las peligrosísimas que borden el Mar del Norte, por sus vientos laterales propicios para los cortes y los abanicos.
En la segunda semana se llegará a los Pirineos, que no se espera que sean determinantes, con la etapa del Tourmalet y Cauterets como más peligrosa. Pero el plato fuerte será la última semana con los puertos del Macizo Central y Los Alpes. En estos últimos el Tour propone etapas cortas y nerviosas entre las que destacan la que incluye los puertos de Chaussy, Mollard, Croix de Fer y la Toussuire y la etapa víspera de la llegada a París que termina en el mítico Alpe d´huez.