Argentina siempre estuvo en lo más alto, ocupó podios en infinidad de torneos en lo que se refiere a hockey sobre césped femenino. Un ciclo brillante que desemboca en tiempos de cambios para Las Leonas. En un caso parecido al básquet, la selección de las damas buscará continuar la misma línea con algunas dificultades a la vista como la ausencia de varias de sus figuras.
La baja de Luciana Aymar es imposible de suplantar, se trata de la mejor jugadora Argentina de la historia que no tiene reemplazo de ninguna manera. A ella se suman las partidas de Rosario Lucheti que se bajó en enero del seleccionado y de Silvina D'elia que renunció en abril.
Bajas muy importantes que influenciaron en el rendimiento en la actual temporada.
A menos de un mes de las semifinales de la Liga Mundial, Las Leonas se están preparando para los exigentes compromisos que deberán llevar a cabo en el año. Lo más cercano es la Liga, que clasificará a tres países a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Recordar que en los últimos cuatro juegos, la albiceleste consiguió sendas medallas por lo que la clasificación, si no se logra, se lo considerará un fracaso.
En la reciente gira por Nueva Zelanda el equipo finalizó en la sexta posición en la que mostró la capacidad goleadora de Carla Rebecchi, una de las experimentadas y principal figura del plantel ante las ya conocidas ausencias.
El entrenador Santiago Capurro la considera pieza vital entre las titulares y ya es una de las líderes del grupo.
En cuanto al nivel mostrado se vieron ciertas falencias en jugadas puntuales como en el córner corto como también en los desacoples defensivos y escasa efectividad cuando hacía falta. Sin la presencia de Lucha Aymar el conjunto nacional cambió de sobremanera la forma de jugar.
Juegan más en equipo sin depender exclusivamente de una sola jugadora. Hay circulación de pelota que antes no pasaba que permite dinámica en varios tramos de los partidos. Con ese método a las rivales les cuesta defender el ataque argentino.
Valencia es la próxima escala para las chicas con la imperiosa obligación de clasificarse a los juegos de Río.
Una nueva era comienza con la muy difícil tarea de repetir todos los éxitos logrados anteriormente. Lo que nunca falta y ni se negocia es la actitud de las jugadoras por algo las apodan las leonas. Saben hacerle frente a las grandes exigencias aunque quizás los resultados no podrán ser los mismos.