En conferencia de prensa se escucharon las primeras palabras de Lionel Messi "llego mejor a esta Copa América que al Mundial de Brasil". En La Serena, Chile, dio sobradas muestra de que no se conforma con haber conquistado 4 Balones de Oro - 2009, 2010, 2011, 2012 -, siendo el mejor futbolista del mundo con la camiseta del Barcelona. De que no está satisfecho con haber ganado 7 Ligas de España, 4 Champions League, 3 Copas del Rey, 2 Supercopas de Europa, 6 Supercopas Españolas y 2 Mundiales de Clubes. Y tampoco le alcanza ser el máximo goleador de la historia del Barça con 440 goles en 523 partidos (286 en la Liga, 77 en la Champions, 34 en la Copa de España, 10 en la Supercopa Española, 1 en la Supercopa Europea, 4 en los Mundiales de Clubes y 28 en cotejos amistosos).
Con dolor en el rostro admitió que "perder la final del Mundial es algo que voy a lamentar toda la vida". Y por eso, tampoco le interesa recordar que fue el primer jugador en marcar cinco goles en un mismo partido en la Copa de Campeones, el 7 de marzo de 2012 ante el Bayer Leverkusen por los octavos de final. No le importan los 19 encuentros consecutivos en los que marcó por lo menos un gol en la temporada 2012/13, conocida como "La Liga de los 100 puntos", donde Lio finalizó como "Pichichi", anotando 46 goles.
Nada lo ayuda a olvidar el mal momento que vivió tras perder esa final. Ni el repaso del excelente 2012 que tuvo, cuando superó el récord histórico de goles convertidos en un año natural con 91 gritos, batiendo la cifra de Gerd Müller, que era de 85 tantos con el Bayern Munich y Alemania en 1972.
Sin embargo, y a pesar de su anemia de títulos con el seleccionado mayor, Lio Messi sabe lo que es ganar con la albiceleste. En el Mundial Sub-20 de Holanda 2005, con tan solo 18 años, fue campeón, goleador del certamen y elegido por FIFA como el mejor jugador del torneo. Y tres años después, en Pekín, se colgó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos.
Con mayor experiencia, el ahora capitán indiscutido del combinado nacional, carga en su espalda con tres participaciones en mundiales - 2006, 2010 y 2014 -, y dos en Copa América - 2007 y 2011 -. Por ello vaticinó en su discurso para los medios de comunicación presentes en Chile que "hace mucho tiempo que la Selección no gana un título (22 años) y es el objetivo ganar esta Copa América".
Es argentino. Y aunque no haya pisado muchos potreros, sueña como cada uno de nosotros, con levantar la Copa del Mundo pintado de celeste y blanco. Esa copa que se le resiste y que para él "es un sueño" que todavía tiene y "el gran objetivo en el fútbol" para tachar su asignatura pendiente.