Corría el año 2008 y en los Juegos Olímpicos de Beijing, Usain Bolt hizo su aparición como una de las grandes sorpresas en China. Ese fue el comienzo para el oriundo de Jamaica de una carrera ascendente que lo trasformaría en un atleta comparable con uno de los grandes del Atletismo, Carl Lewis. Siendo campeón en 100 y 200 metros, y en la prueba de 4x100 metros e implantando un nuevo récord mundial.

Desde ahí, Bolt comenzó a dominar el atletismo. Campeón de 100 metros de la Golden League con un tiempo de 9,72 y 0,06 segundos sobre Asafa Powell, en el campeonato mundial del 2009 realizado en Berlín fue campeón en los 100 metros e implantó un nuevo récord mundial de 9,71 segundos, y también lo hizo en los 200 metros con una marca de 19,19 segundos.

En el mundial del 2011 y tras la lesión sufrida en el 2010, el jamaiquino tuvo un partida en falso que lo dejó eliminado del mundial realizado en Daegu. ¿Acaso esto podría ser el principio del fin? No su carrera siguió y con mas records, podios, títulos y demás que le permitieron seguir en el primer nivel.

Entonces para los Juegos Olímpicos de Londres 2012 siguió su carrera ascendente, campeón en los 100 metros con un tiempo de 9,53 segundos y ganó también los 200 metros, convirtiendose en el primer atleta en repetir título olímpico tanto en los 100 como en los 200 metros.

Mas allá del 2013 con el Mundial de Moscú con tres medallas de oro. En 100 metros con un récord de 9, 77 segundos; en 200 metros y en los 4x100 metros.

Tras eso, el 2014 no fue de lo mejor para Bolt, debido a que varias lesiones no le permitieron estar en su plenitud y estar en varias competencias.

Es por eso que para el 2015, volvió a Beijing donde había comenzado su carrera ascendente, ya con Justin Gatlin como máximo candidato para llevase el título. Pero no todo estaba dicho, Bolt dio todo en 100 y 200 metros para consagrarse campeón mundial y demostrar que con él ser campeón es casi imposible. Porque para ser campeón hay que derrotar al moustuo, hay que derrotar a Usain Bolt.