En un artículo anterior " La vuelta de la bicicleta financiera y nuevos juicios para la Argentina" se tocó el tema de la bicicleta financiera actual, como hay gente que prefiere subirse a ella y no invertir dinero en emprendimientos productivos, dar trabajo a desempleados, debido a la tasa de interés que pagan las letras del Banco Central (LEBACS), invirtiendo poco dinero inclusive. Si bien se podría pensar que la intención es la de mantener las tasas de interés altas para mantener el precio del dólar estable y frenar la escalada, también es cierto que en estos momentos la deuda del Banco Central por la Lebacs equivale al 70 % de la base monetaria y el 40 % de los depósitos bancarios.

Un récord logrado en solo 4 meses. Los intereses a pagar son 150.000 millones, duplicando lo del año anterior y es la misma cifra que se pensaba emitir para financiar el Tesoro.

Para dar otra opción a la especulación financiera aparece desde este jueves la emisión de las letras en dólares a seis meses, y a un año de plazo del Tesoro Nacional o LETE, que rinde el 4 % anual en dólares, mucho más de lo que puede ofrecer un banco normalmente. La inflación se acelera y su mínimo ya se predice rondando el 33,5 %. La LEBAC mensual es 2,7% y la inflación este mes de un 6 %. Tranquilamente se podría vender las LEBACS y con lo ganado se podrían compran LETES y esperar serenamente una nueva devaluación, mientras se recibe intereses.

Invertir para dar trabajo tiene un costo mayor: impuestos, sueldos, cargas laborales, costos fijos; una batería de problemas que muchos empresarios no están dispuestos a enfrentar en un año que parece destinado a acomodar capitales, lejos de la cadena productiva y especialmente distante de los reclamos sindicales.

Mientras la prensa argentina ocupa todo su espacio de en mostrar la búsqueda del tesoro de Lázaro Báez, dejamos de ver que hay un fuerte enfrentamiento entre el Ministro de Hacienda Alfonso Prat Gay y el Presidente del Banco Central Federico Stuzzeneger.

El primero quiere eliminar todo tipo de restricción al ingreso de capitales golondrinas especulativos (la lluvia de dólares) mientras que el segundo lo rechaza, porque desbarata la bicicleta dólar/tasas. Un activo en dólares con el dólar atrasado por la estampida inflacionaria y rindiendo esa tasa es demasiado bueno y va a competir con esa tasa negativa del 38 %.

Si la emisión en pesos para la compra de dólares es muy requerida puede que este Gobierno se esté dirigiendo al primer cambio de gabinete económico, con el director del Banco Nación Carlos Melconian a la cabeza, partidario de un dólar a pesos 40 y de un ajuste de la economía mayor al que se ha aplicado hasta ahora. Dicho en criollo, como le gusta decir al hombre de a pie en nuestro país: plata hay, lo que no hay es ganas de ponerla donde sea genere trabajo y los ciudadanos se beneficien de ella. Este era el cambio que eligió la mayoría, y una vez más la mayoría ha sido defraudada por la clase política y los gobernantes argentinos. La bicicleta financiera parece una buena metáfora de la Historia de este golpeado país y su forma de ir hacia un futuro con mucha piedra.