Alcanzar la plenitud en cuanto a felicidad se refiere, resulta harto complicado cuando empatizas con el dolor que te rodea y donde ni siquiera, se nos permite soñar. Sin embargo, hemos de intentarlo, por nuestra salud mental, física y a fin de aportarlo a los que caminan a nuestro lado.
Sin entrar en datos aportados por estudios a este respecto y, según mi experiencia, sí se puede llegar a un estado de semi-felicidad, con casi nada. Lo importante es regalarnos esos momentos de contemplación de todo lo hermoso que nos rodea. Todo depende del concepto que cada uno tenga a la hora de buscar qué cosas le hacen feliz.
Creo que lo primero que hemos de tener en cuenta es, que lo que se pretende conseguir es una humanidad, que viva un estado de miedo constante. Si estás atemorizado, no te moverás, acatarás todo lo que se te venga encima, sin cuestionarte, ni siquiera, tu pérdida de dignidad. Llegarás a ser, simplemente, un esclavo más del sistema.
¿Qué harías si no tuvieras miedo? ¿Te lo has planteado alguna vez? Lo primero que desaparecerían serían esas barreras que te impiden crecer y evolucionar, como es tu pleno derecho. El miedo, el arma tan poderosa, que nos está trayendo resultados tan desastrosos.
Otra constante que puede hacernos muy infelices, es la competitividad. Querer ser mejor que el otro, provoca enfermizos estados de angustia.
No te engañes, el éxito no trae la felicidad: "El éxito no es la clave de la felicidad. La felicidad es la clave del éxito. Si amas lo que estás haciendo, entonces serás exitoso" ― Albert Schweitzer. Y me lo creo a pie juntillas.
De seguro que en tu vida, has sufrido grandes catarsis que te han mantenido a la deriva durante algún tiempo pero que, una vez asumidas, te han llevado a buen puerto.
Tal vez sea el momento de entrar en otra. Pon sobre la mesa tus antiguos valores y observa si te siguen siendo de utilidad. Cámbialos, sin miedo. Adopta nuevos paradigmas y desecha aquellos que te mantienen anclado en el pasado, y no te permiten una travesía feliz por la vida. Se creativo y emprendedor, sonríe más, abraza, agradece, y se producirá el milagro.