El Tribunal Intermedio Nro. 1 de Tianjin, al este de Pekín, condenó hoy al ex ministro de Seguridad chino, Zhou Yongkang, de 72 años, tras encontrarlo culpable de sobornos, corrupción, abuso de poder y filtración de secretos de estado.
El ex funcionario admitió la culpabilidad de los cargos que se le imputaron y decidió no apelar la sentencia. "Acepto las acusaciones de la fiscalía, y los hechos básicos están claros; admito mi culpabilidad y estoy arrepentido", declaró Zhou a la corte según informó la agencia estatal de noticias Xinhua.
Desde que el Partido Comunista llegó al poder en China, Zhou es el funcionario de más alto rango condenado en el país asiático.
"Violé la ley y las normas del Partido sin cesar, y objetivamente mis delitos han dado como resultado graves pérdidas para el Partido y para la nación", declaró el ex ministro y agregó que "los implicados, que sobornaron a mi familia, buscaban en realidad el poder que yo detentaba, y yo debo asumir la mayor responsabilidad".
Concretamente, Zhou Yongkang fue acusado de cobrar sobornos por 130 millones de yuanes y de abusar de su poder para beneficiar a colaboradores suyos, en especial a Jiang Jiemin, uno de sus protegidos, quien llegó a controlar el organismo supervisor de empresas estatales chinas.
Zhou Yongkang comenzó su carrera en la China National Petroleum Corporation (CNPC), empresa de la que llegó a ser director, para luego pasar a ser secretario general del partido en la provincia de Sicuani.
Además el exfuncionario se hizo cargo del ministerio de Seguridad Pública hasta 2007 y se retiró del mundo político en 2012, como miembro del Comité Permanente del Partido Comunista de China.
Con la investigación contra Zhou, el presidente Xi Jinping ha desoído una de las reglas no escritas del régimen, que no permite investigar a antiguos dirigentes. El líder chino acentúa así su lucha contra la corrupción, que también involucra a compañías de propiedad estatal en sectores clave como la energía, la banca financiera y las telecomunicaciones.