Como muchos saben, el 2011 tuvo uno de los días más oscuros en la historia ambiental. El 11 de marzo de ese año sucedió un desastre de contaminación en la planta de energía nuclear de Fukushima, luego de un terremoto de 9.0 puntos en la escala de Richter, que provocó un tsunami y la fusión nuclear de tres de los seis reactores de esta planta, dejando un saldo de 20896 muertos, 3084 desaparecidos y 6025 heridos.
Algunos pueden argumentar que el derrame de petróleo de BP estuvo en el mismo nivel de catástrofe creada por el hombre y la naturaleza, pero eso a fin de cuentas no tiene importancia porque estos tipos de eventos suceden todos los días en nuestro planeta y las corporaciones responsables hacen su mejor trabajo para ocultarlo gracias a su influencia en los medios masivos para persuadir a todos los ciudadanos del mundo a pensar que ellos realmente no son los malos de la película.
Lo bueno a destacar bajo estas situaciones es que tenemos la oportunidad de darnos cuenta que es tiempo de cambiar.
Hace tan solo algunos meses, la compañía de electrónica de Tokio - TEPCO- anunció que los niveles decontaminación luego de Fukushima habían aumentado 70 veces en sus mediaciones regulares. Esto sucede porque hay un canal que vierte la lluvia y el agua subterránea de la planta a una bahía cercana.
Por otra parte, Tepco expresó que 750 toneladas de agua de lluvia contaminadas se habían filtrado de la planta. Este es uno de los tantos ejemplos de que hay una continua contaminación en el Océano Pacífico y todo el planeta. No es un secreto que está siendo un trabajo arduo lidiar con esta situación, especialmente para esta empresa encargada de suministrarle energía a Kantó, que confirmó no cumplir el plazo estipulado para el proceso de limpieza de esta agua.
Un reporte reciente de la Agencia Internacional de Energía Nuclear aclaró que Japón hizo un progreso significativo pero que todavía hay un tratamiento radioactivo "muy complejo" para el escenario actual que dejó Fukushima.
El Gobierno de Japón dejó en claro que en 2013 hubo un mínimo de 300 toneladas de agua contaminada ingresando por día en el Océano Pacífico. Eso significa que aproximadamente 300 mil toneladas ingresaron al mar para Marzo de 2013. Pueden imaginarse las cifras hoy.