El autodenominado Estado Islámico tiene bajo su mando tres cuartas partes de la producción algodonera de Siria. El ISIS, al avanzar y conquistar tierras, se apodera de todo: empresas, museos, bibliotecas, casas, edificios públicos y, lo principal, la libertad de las personas. Deciden y hacen lo que quieren con eso porque es de “su propiedad”.

Siria solía ser un gran exportador de materia textil antes de la guerra civil, pero ahora los yihadistas tomaron y se hicieron dueños del 75% de las industrias de algodón del país. En tiempos anteriores, los sirios producían 600.000 toneladas anuales de algodón para exportar, pero actualmente la producción descendió a un número que oscila entre las 70.000 y las 100.000 toneladas anuales, de las cuales sólo se exportan 3.000.

Del resto, no se sabe cuál es su paradero o dónde van a parar.

Los fabricantes textiles están más que preocupados por la caída de las exportaciones de lo que era su producto, ahora en manos del Estado islámico. Pero más indignación genera en el pueblo sirio el saber que la producción textil, junto con el petróleo y el cobro de impuestos, es otro ingreso que financia y solventa al grupo terrorista.

El presidente del Sindicato de Fabricantes Textiles Libaneses, Sleimar Jatar, advierte que el algodón producido en zonas del ISIS tiene posibilidades de llegar a los mercados internaciones por medio de los mayoristas turcos; y afirma que el Estado Islámico “vende el algodón en bruto a intermediarios que lo transportan a los centros de procesamiento ubicados en zonas bajo el control del régimen de Bachar al Asad”.

Según Jatar, Turquía es el segundo proveedor de telas a nivel mundial y el tercero para la ropa que se destina a la Unión Europea. El ISIS, entonces, tiene muchas chances de que su producto sea llevado a otros países para ser vendido.

Además del algodón, el grupo yihadista controla el total del petróleo de Siria, después de haber conquistado el último pozo que estaba bajo régimen de dicho país, ubicado en Palmira.

Amal Saad, economista de la Universidad Americana de Beirut, explica que el ISIS se define como un “Estado” y como tal “busca organizarse política y económicamente”. Tenía ingresos de hasta tres millones de dólares por día por la vía del petróleo. Pero luego de una serie de bombardeos encabezado por Estados Unidos, que dañaron seriamente los pozos petroleros, el monto no ascendió más que al millón de dólares por día.

Es por ésta razón y por la necesidad de expandirse para conquistar más territorio que el Estado Islámico se apodera de otros medios de producción, para poder financiar la guerra y ser un Estado autogestionado.

El grupo yihadista se ha convertido en el mayor proveedor de petróleo y de productos como algodón y cereales de Siria. El país más beneficiado en este conflicto es Turquía, porque compra el petróleo crudo a precios muy bajos y luego le vende gasolina.