La Guardia Republicana del Ejército sirio cuenta en su filas con 800 mujeres luchadoras que defienden a la nación árabe de los ataques que ejecutan grupos terroristas como el Estado Islámico y los frentes extremistas Ahrar el Sham, Jeish el Islam y Al Nusra (rama local de Al Qaeda).

El Katiba el Benat o batallón de las chicas, como lo bautizaron el resto de soldados, está apostada en Daraya, a cinco kilómetros al sureste de Damasco, capital siria, reseña el diario El País de España.

“La primera vez que maté a un hombre sentí un escalofrío. Es como una sensación rara entre el miedo y una punzada en el estómago”, narró la joven Sausa, de 23 años y quien es una de las francotiradoras con las que cuenta el Ejército para hacer frente a los terroristas.

La militar, asegura que pese al miedo que siente por segundos, “cada terrorista que mates son vidas que salvas”.

Según el diario español, desde 2013 un gran número de mujeres se encuentran entre los 50 mil desaparecidos que ha dejado el conflicto bélico, pero en las frente de batalla femenino existen cuatro “mártires” que dejaron su vida por defender su territorio.

El caso más reciente es el de Mervat Said, de 21 años, quien “cometió un solo error y lo pagó con la vida”. Said se asomó por un balcón en pleno enfrentamiento y recibió un disparo en la cabeza que acabó con su vida a temprana edad.

Estos hechos hacen que el batallón de mujeres permanezca todo el tiempo en alerta. Sausa se desempeña como francotiradora dentro del ejército sirio y pese a que asegura que al principio no fueron bien vista por los hombres, poco a poc su papel a tomado relevancia dentro de la una guerra que en cinco años a dejado más de 250 mil muertes.

Las mujeres, que son el primer batallón reconocido como parte de un Ejército regular en el mundo árabe, reciben una formación durante medio año para luego salir a pelear en el campo de batalla. Fátima, de 24 años y también de la región de Latakia, forma parte del batallón blindado del Ejército sirio y segura que se alistó “por la patria, por Siria y por apoyar a los hombres en su defensa”.

Estas damas, que son una pieza fundamental en la lucha por la defensa del territorio sirio, recibien el mismo sueldo que los hombres, pero con la única salvedad de tener una semana libre para el descanso y el cuidado de la familia.