Un plan de negocios debe saber justificar correctamente cualquier objetivo sobre el futuro que se imponga; la gerencia de riesgos es la encargada de dejar siempre bien en claro que se ha evaluado con profesionalismo y sentido práctico cualquier factor que pueda llegar a incidir negativamente contra el logro de esos objetivos futuros. Ambos deben saber sustentar y explicar de manera entendible y correcta cualquier propuesta, pronóstico o razonamiento que se le presentase con una buena información objetiva, conveniente y lógica. Su propia concepción debe llegar a tener un enfoque dinámico, debido a que siempre debe renovarse y actualizarse acordemente a las necesidades que se presenten en el momento.

También debe proporcionarse un panorama general de todo el mercado y de lo que necesite de la nueva organización o empresa, producto, servicio, o según el caso, de su propio crecimiento.

Ambos documentos pueden llevarse a cabo para una organización o empresa que ha sido creada recientemente o para una que ya se encuentra operando pero presenta diversos planes de desarrollo. En este sentido, es imprescindible nombrar dos momentos diferentes en un plan de negocios:

-Cuando la empresa u organización ya se encuentra operando y en constante crecimiento, sirven para poder plantearse nuevamente metas, objetivos y necesidades, así como también para poder tener bien identificados y poder solicitar, en el caso que se lo necesite, inversiones o créditos adicionales para de ésta manera ampliar y/o presentar proyectos especiales.

-Luego de un determinado periodo de operación, se recomienda medir detalladamente los resultados, analizarlos bien, evaluarlos de forma correcta y luego compararlos con el plan original presentado para así llegar a conocer las posibles desviaciones, las causas que han generado su motivación, las consecuencias y las medidas de prevención y correctivas que deben tomarse.

-Un elemento que se distingue de los planes de negocios es que cada uno de ellos puede desarrollarse de manera distinta, debido a que, de ésta manera, tendrá el toque personal de quien lo elaboró y estará particularmente diseñado a partir del giro y tamaño de cada organización o empresa, lo que resulta imposible que se establezca un formato igual para todos los casos que se den, aunque es acertado decir que en la práctica el mayor número de ellas son muy similares.

Otro elemento diferenciado es que la verdadera información que se introduzca en el plan de negocios es de imprescindible importancia para su futuro éxito.

Es recomendable que los financieros e inversionistas conozcan detalladamente todos los métodos y las proyecciones que han sido utilizados para estimular la utilidad prevista. De la misma manera, también deben saber y entender los supuestos, los soportes y la lógica que se usaron para la realización de sus proyecciones.

Para que el plan de negocios pueda analizarse fácilmente y sea mucho más objetivo, debe incluir siempre información comparativa e histórica, con datos gráficos y estadísticas de los últimos tres o cinco años, en porcentajes y dinero, sobre distintos aspectos del mercado y/o empresa.