Para la mayoría de nosotros hacer los deberes es una tarea ingrata fuente inagotable de problemas tanto por hacerlos como por cuándo hacerlos o cómo hacerlos. Dedicamos gran parte de nuestras horas fuera de clase a ocuparnos de más cosas de clase que en la mayor parte de los casos ni sabemos por qué lo hacemos.
Se supone que los deberes es una rutina para completar lo que se ha dicho en clase y ayudar al niño a comprender la lección al verse obligado a buscar la información por uno mismo pero entre los padres que se dedican a hacerles los deberes a sus hijos y la sobrecarga de trabajo no se consigue ni lo uno ni lo otro.
Además, el archiconocido argumento de que los deberes sirven para que el niño aprenda a auto gestionarse el tiempo tampoco funciona ya que la mayoría lo deja para el último minuto lo que nos provoca todavía más estrés si cabe. A estas alturas lo único que demuestran los deberes es que nos enseña desde pequeños que a veces hay que tragar con tareas que no nos gustan.
Cada vez son más los que se apuntan a la política de no deberes. Alfie Kohn, autor del libro "el mito de los deberes" asegura que no hay relación entre los deberes y el rendimiento académico en la primaria y hay pocos motivos para creer que sea necesario en la secundaria.
Mary Jane Cena, directora de la Escuela de Kino (Tucson, USA) sigue la política de no deberes en todos su cursos.
Primero para tratar de reducir el estrés y segundo para asegurarse de que aprender sigue siendo divertido para los niños y no un "segundo trabajo" que no les deja tiempo para nada más.
En contraposición a estas opiniones está la de la escritora y educadora Karen Hollowell quien asegura que los deberes son una oportunidad perfecta de interacción familiar al darse el caso de padres que ayudan a los más pequeños.
La PTA (Parent Teaching Association) sugiere que no se trata de la cantidad de deberes si no que se debe buscar la calidad. Los deberes deben motivar al alumno a aprender más y a desarrollar una mente crítica. Si no es así es que no se están planteando bien.
Y tu ¿estás a favor o en contra?