Si tienes perro y no dejas sus "regalitos" en la calle, a merced de cualquier incauto, es hora de que vayas haciendo las maletas. Los excrementos de tu perro, pueden hacerte salir de la crisis económica. Y es que estos orientales, están en todo. Ocurre en Taipéi, China, donde, desde el pasado mes de agosto, todas aquellas personas que retiren las "cacas" de sus perros, serán recompensadas con un vale que puede hacerle ganar un lingote de oro.
Iniciativa, harto interesante, del Departamento de Protección Ambiental, cuyo portavoz, Chen Chao-mint, concienciará a la población sobre la necesidad y las ventajas que este higiénico comportamiento aportará a la ciudad.
Llegado su momento, se llevará a cabo el sorteo de 3 lingotes de oro que, en orden ascendente, tendrán un valor de 420, 625 y 2.100 dólares. Cantidades nada despreciables. Aunque, pensar en ser el afortunado, en una de las ciudades con más habitantes de Taiwan, deja mucho lugar a la duda. Por estadística, más que nada.
Esta iniciativa contempla recompensar a todos aquellos "detectives callejeros" que denuncien, mediante fotografías, a los dueños, a los que el oro, les traiga sin cuidado. No solo, no ganarán el lingote, sino que además tendrán que pagar sanciones de algunos miles de dólares, de mil 200 a 6 mil de los que, la mitad, formarán parte de la recompensa a los chivatos. Este Departamento de Protección Ambiental, también alienta a los ciudadanos a crear grupos de concienciación ciudadana, recorriendo los múltiples barrios de la ciudad.
¿Puede que exista otra cara de la moneda? Parece ser que sí. La política llevada a cabo por el gobierno de la República China, en cuanto al oro se refiere. A finales de los años 40, este precioso metal, quedó bajo el control del gobierno nacionalista, que era el que decidía sobre el comercio del mismo dado que, en aquel tiempo se consideraba un "artículo de movilización nacional".
A partir de los años 80, el Ministerio de Finanzas decidió liberalizar su importación pero no así, la exportación, que sigue completamente restringida. ¿Será que, tal vez, ya no quede espacio en sus almacenes para tanto lingote y quieran seguir haciendo hueco? De cualquier modo, yo ya tengo la maleta hecha y a mis perros metidos en un transportín. Vuelo a Taiwan.