Mr. Turner es un film escrito y dirigido por Mike Leigh, que se entrenó en el pasado Festival de Cannes 2014. Es un auténtico drama biográfico que gira alrededor de los últimos 25 años de vida de la figura del pintor Joseph Mallord William Turner. Aunque su persona, es solo un pretexto para mostrar al espectador los recovecos de la sociedad victoriana de la época, el cómo Turner se ve vapuleado por su entorno, convirtiéndose finalmente, en una persona de carácter difícil y en un artista incomprendido.
A día de hoy, cuando se cumplen ya los 163 años desde su muerte, William Turner está considerado como uno de los pintores a los no se supo valorar en su tiempo, quedó atrapado, al igual que su Arte, en una época que le provocaba infelicidad y que le llevó a aislarse del mundo.
Turner era un artista obsesionado por plasmar la furia interior del espíritu, a través de la naturaleza desbocada, todo un maestro de la luz, y un amante del mar. Era un artista que no consideraba la genialidad en el arte, sino el esfuerzo y el trabajo que conlleva, precisamente por eso alcanzó tal sutileza, porque vivía por y para crear.
Ese es el verdadero secreto de los genios.
Mike Leigh consigue recrear de forma magistral el ambiente, mediante una atractiva combinación de fotografía y música, con la que casa muy bien la gran actuación de Timothy Spall, actor que encarna a este hosco pintor. En realidad, "Mr. Turner" no se recrea en el talento pictórico, sino que nos zambulle de cabeza en la sociedad de la época. Es una crítica a las clases altas, las cuales condicionan la labor de los artistas mediante su ambigua moralidad, condiciones que éstos deben aceptar para asegurar su supervivencia.
De eso precisamente nos habla este film, de un pintor con una psiquis compleja, que se encontraba dividido en dos partes; una, la que debía mostrar en la vida pública, las reuniones banales y el continuo ir y venir de las clases burguesas; y otra en su vida íntima, su obsesión por la naturaleza.
La sociedad puritana de su época no comprendió la transformación que se produjo en su pintura, en esa búsqueda continua por captar la celeridad del paisaje, que evolucionó hasta rozar los límites de lo abstracto. Así, finalmente marginado, murió en un total aislamiento en su casa de Chelsea, en Londres, tal día como hoy del año 1851.